Hassan Nasrallah dijo que “la decisión sobre esta gran y sagrada batalla fue 100 % palestina y los que la llevaron a cabo la ocultaron a otras facciones palestinas y fuerzas en la región”.
Los rebeldes yemeníes subrayaron que con esta, fueron cuatro las intervenciones militares, aunque no especificaron qué objetivos fueron alcanzados ni ofrecieron pruebas de los mismos. Israel no confirmó ni desmintió los hechos.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman saludó la llegada de su par al decir que le complace darle la bienvenida al mandatario sirio.
Se investiga si la tragedia se desencadenó por disparos al aire de los milicianos hutíes que controlaban a la multitud, luego que testigos aseguraran que los hechos se iniciaron tras escucharse sonidos de balas.
A través de una declaración conjunta, ambos países informaron que abrirán embajadas e intensificarán la cooperación en diversas esferas, derivada de los convenios firmados en 1998 y 2001.
Hans Grunberg dijo que “regresar a la violencia y a la lucha significaría más sufrimiento” y agregó que “también tendría efectos desestabilizadores en la región en general y podría poner en peligro las perspectivas futuras de paz”.
El enviado especial de la ONU, Hans Grundberg, valoró el acuerdo del que subrayó sus “efectos positivos concretos”. Dijo que se procura “avanzar hacia una solución política sostenible del conflicto que satisfaga las aspiraciones y demandas legítimas de las mujeres y hombres” de ese país.
El país de la península arábiga está sumido en la peor crisis humanitaria del mundo, según la ONU. La conflagración desplazó a unos 3,3 millones de personas, el Covid obligó a cerrar anticipadamente los cursos de 2019-20 y 2020-21.
El saldo de decesos se divide en 22 de las fuerzas del Gobierno y 43 de los rebeldes respaldados por Irán. Desde febrero, la ciudad de Marib es el escenario de violentos enfrentamientos desde una ofensiva hacia esa zona rica en petróleo.
Una fuente sanitaria militar confirmó las bajas. Yemen vive desde 2014 un conflicto armado entre los partidarios del presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, y los rebeldes hutíes del movimiento Ansar Alá.
La milicia hutí pretendía utilizar un barco cargado de explosivos monitoreado por control remoto, el cual había partido desde la provincia de Hodeidah en el oeste de Yemen y fue desbaratado en el sur del mar Rojo.
Los ataques contra instalaciones sauditas se producen en un momento de incremento de la tensión en el Golfo Pérsico.