Las terminales Renault e Iveco encendieron todas sus alarmas al poner en marcha cronogramas de suspensiones de trabajadores durante agosto, ante la fuerte caída de ventas de automóviles y camiones, respectivamente.

La producción automotriz total registró en junio una baja del 13,4% con relación a igual período de 2017, y las ventas al mercado interno registraron una baja del 31 por ciento en la misma comparación, según la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa).

Renault anunció un régimen de suspensiones en su planta de la localidad de Santa Isabel, a diez kilómetros de la capital provincial, por la acumulación de stock ante la baja de ventas de los modelos que se ensamblan allí.

La paralización en la planta donde la firma fabrica sus modelos Sandero, Sandero Stepway, Logan, Fluence y Kangoo se concretará en ocho días del mes, en principio viernes y lunes, con lo cual en agosto trabajará sólo 14 días.

El régimen de suspensiones implica a 1.800 trabajadores, que cobrarán solamente el 75 por ciento del salario correspondiente a ese día de parate, producto de la caída de las ventas de los modelos que allí se ensamblan.

Asimismo, la compañía constructora de camiones Iveco, perteneciente al Grupo CNH Industrial, también anunció que implementará un plan de suspensiones, según confirmaron a NA desde el Sindicato de Mecánicos (Smata).

«Lo que está pasando es lo que ya veíamos venir, que consiste en una caída de ventas de las empresas en el mercado interno, lo cual impacta en los niveles de producción y determina las suspensiones de los compañeros», dijo Leonardo Almada, secretario de prensa de Smata.

Almada señaló que el sindicato está «trabajando mucho» con las empresas automotrices para establecer regímenes de trabajo que eviten los despidos, por lo que descartó que «al menos por ahora» haya cesantías en este sector industrial.

El vocero del sindicato de mecánicos destacó que existe «buen diálogo» del Smata no sólo con las automotrices sino con toda la cadena de producción que se ve afectada por la reducción de la demanda en el mercado interno.

«Brasil nos pega fuerte porque nosotros como país no respetamos el flex (el comercio administrado de vehículos entre la Argentina y Brasil). Ellos nos venden mucho más de lo que nosotros les vendemos a ellos», sostuvo Almada.

Al ser consultado por NA sobre si la suspensiones podrían replicarse en otras compañías, Almada respondió que «va a haber problemas en los próximos meses en todas y no sólo en las empresas que fabrican autos».

El vocero indicó que prestar atención a lo que ocurra en adelante con la cadena de valor es «muy importante» para la industria automotriz dado que existen sectores satélites clave como el caucho, el vidrio, el plástico, la metalurgia y la siderurgia.