Sindicatos de Empleados de Comercio de distintas localidades denuncian las prácticas de ajuste que implementa desde hace varios meses la empresa Garbarino en diversos puntos del país.

A la compleja situación generada por la pandemia se suma la incertidumbre ante la posible pérdida de empleo. Es que los trabajadores de la empresa de electrodomésticos Garbarino atraviesan un momento crítico ya que la empresa implementó un plan de ajuste con cierre de sucursales, suspensiones de personal y recortes salariales.

Hace dos semanas el sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata y Zona Atlántica denunció que la empresa estaba incumpliendo los acuerdos y decidió suspender a nueve trabajadores en esa localidad, y adelantaban su temor a que estas medidas se extiendan hacia otras zonas del país.

El mal presagio no tardó en cumplirse, ya que la situación se trasladó por esto días a las localidades de Salta y Chubut, y a Junín y Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires.

En Puerto Madryn cerró la sucursal y los trabajadores esperan que se cumplan las promesas de la empresa, de traslado a localidades cercanas.

En Salta, se produjo un recorte salarial, y el sindicato mercantil denunció que los trabajadores cobraron un 25 por ciento de los salarios de marzo y suspendieron al 30 por ciento del personal.

Ante la incertidumbre y la falta de información certera por parte de la empresa, desde el gremio adelantaron que si no hay soluciones, el jueves próximo iniciarán medidas de fuerza.

Una situación similar se produjo en la sucursal de Bahía Blanca. Los empleados de la cadena de electrodomésticos de esa localidad denunciaron junto a la Asociación Empleados de Comercio, pagos de sueldo al 25 por ciento, además de irregularidades en la liquidación desde hace un año con trabajadores suspendidos. En tanto en la ciudad de Junín, la sucursal cerró de manera definitiva.

En la sucursal de Comodoro Rivadavia, Chubut, realizaron la misma denuncia, y en Viedma no pagan el alquiler desde hace más de un año.

El recorte salarial con pagos del 25 por ciento es una práctica que la empresa implementó a nivel nacional, una postura que deja a los trabajadores en una situación de incertidumbre y temor a perder su fuente de trabajo ante la posibilidad del cierre total de las sucursales de los distintos puntos del país.