La empresa cementera Loma Negra inició un proceso de despidos en su planta ubicada en Barker, una localidad del partido bonaerense de Benito Juárez, a unos 160 kilómetros de Olavarría. En ese predio trabajan actualmente unas 320 personas -230 empleados directos y 90 contratados- y la compañía prevé unos 100 despidos.

Sin embargo, desde Loma Negra advirtieron que si no se alcanza un acuerdo con el gremio, existe la posibilidad del cierre definitivo de la planta.

La empresa anunció, a través de un comunicado, que inició un proceso de “reducción de su nómina» en la Planta Barker como consecuencia de la «readecuación de su capacidad productiva” a la realidad actual y futura del mercado de cemento.

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“La decisión se toma en un contexto en el cual la compañía tiene sobrecapacidad, sumado a los altos costos de producción y a los costos logísticos que insume el funcionamiento de esa fábrica”, explicaron.

La compañía, que es propiedad del grupo brasileño Camargo Correa, propuso a sus empleados mantener un turno en la planta, la relocalización de trabajadores en otras de sus plantas y planes de retiro voluntario o prejubilaciones.

La planta permanecerá a partir de ahora bajo un esquema de un único turno de 8 a 16 horas de lunes a viernes, y de 4 a 12 horas los días sábados.

La posibilidad del cierre de la planta, de acuerdo con los habitantes de la zona, implicaría la desaparición también del pueblo, ya que Barker es una pequeña localidad de 7.000 habitantes que no cuenta con otras industrias o grandes empresas.

Loma Negra fue en 1926 por el empresario Alfredo Fortabat, que descubrió la piedra caliza, materia prima del cemento, en la localidad de Olavarría. Durante décadas, luego de su muerte, fue administrada por su viuda, Amalia Lacroze de Fortabat. En 2005 pasó a manos del grupo brasileño Camargo Correa.