El ministerio de Trabajo de la Nación está analizando el conflicto laboral en la avícola Cresta Roja, donde peligran 5.000 empleos, y luego «sacará conclusiones y trabajará sobre el tema», dijo hoy el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

«Es un tema preocupante», afirmó el funcionario y precandidato a gobernador bonaerense por el kirchnerismo al referirse al cierre de dos plantas de producción avícola en las localidades de Esteban Echeverría y Ezeiza, unos 40 kilómetros al sudoeste de esta Capital.

Fernández precisó que días atrás se comunicó con el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, quien también le expresó su preocupación porque «son muchas las personas que trabajan» en la planta que Cresta Roja tiene en la localidad.

«Es preferible que el ministerio de Trabajo saque conclusiones sobre el tema y después, con esas conclusiones, comencemos a trabajar. Por eso no me quiero anticipar», dijo el funcionario sobre el conflicto laboral que lleva cinco meses y estalló esta semana con el cierre de dos plantas de producción.

La avícola Cresta Roja, que ayer cerró dos plantas de producción en la provincia de Buenos Aires, «nunca bajó su nivel de producción por lo que no se entiende la causa del cese», dijo hoy Julio Gramajo, uno de los delegados de la comisión interna gremial.

«La situación es caótica, somos 3.500 trabajadores que estamos despedidos desde el jueves de la semana pasada (16 de julio). Estamos en la calle», sostuvo el operario que participaba de uno de los piquetes realizados por los empleados de la firma para hacer visible su reclamo de continuidad laboral.

Si bien la empresa del Grupo Rasic despidió a 3.500 operarios que dependen en forma directa de ella, hay otros 1.500 trabajadores de las áreas de encubación y granja que no tienen relación de dependencia legal pero su actividad está atada a esta avícola.

«Venimos de conciliación en conciliación, hace cinco meses que cobramos en cuotas. Una quincena de 6.000 o 7.000 pesos la cobramos hasta en cinco veces. No cobramos aguinaldo ni vacaciones, cuando nos enfermamos nos quieren descontar», dijo Gramajo en declaraciones a Radio Palermo.

Según el operario del área de «armado», la empresa «en ningún momento redujo sus niveles de producción» en los últimos años y estaba sacando unos 240.000 pollos por día en la planta de Esteban Echeverría y otros 190.000 en la de Ezeiza.

Si bien el Grupo Rasic no emitió comunicado alguno ni otorgó entrevistas a las prensa, trascendió que fue el propio Milenko Rasic, presidente de la firma, quien confirmó a periodistas de una radio porteña que las plantas de producción no volverán a abrir sus puertas.

«La empresa dice que necesita 100 millones de pesos para la alimentación de las aves. Ese es el negocio del señor Milenko. Pero nosotros tenemos que alimentar a nuestras familias», dijo Gramajo, uno de los trabajadores con sueldos promedio de 12.000 pesos mensuales.

Según Gramajo, la firma está ofreciendo el retiro voluntario a los operarios a cambio del pago del 40 por ciento de lo que correspondería por indemnización, pero en cinco cuotas.