En este contexto histórico y global complicado, hay un rubro en el que la cantidad de puestos laborales superan la de profesionales capaces de asumir esos puestos. Se trata del sector IT (Information Technology), que son todos los trabajos relacionados a la informática y la programación.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en 2020 hubo más de un millón de puestos vacantes en tecnología, al tiempo que hubo menos de 100.000 profesionales que se graduaran en la región. Un estudio llevado adelante por el gigante Microsoft y Linkedin estimó que para 2025 existirán más de 10 millones de vacantes abiertas, solamente en la región.

Esta enorme brecha se da debido a las dificultades que poseen las compañías para contratar, que radican principalmente en dos grandes puntos. Por un lado, las empresas precisan cada vez más de gente idónea en este tipo de trabajos, pero es mucho más baja la cantidad de gente que realmente posee esos conocimientos o se profesionaliza en la materia. Por otro lado, como la alta demanda es global, a muchas empresas les cuesta retener a sus empleados, ya que siempre terminan consiguiendo ofertas superadoras (principalmente del exterior).

Esta complicación no es nueva, pero la brecha, en vez de achicarse, se vuelve cada vez mayor, y la pandemia no hizo más que profundizar la situación.

A su vez, para los trabajadores resulta una opción demasiado tentadora, ya que posibilita que un argentino pueda conseguir un trabajo en dólares en empresas de otros países, incluso trabajando desde su hogar.

Todo esto hace que sea indudable que el sector tecnológico se presente como una oportunidad enorme para aquellos que necesiten trabajo y/o que puedan dedicarse a una carrera en esta industria, que actualmente es de las mejores pagas en el mundo.

A raíz de estos puntos, muchas empresas lo que optan por hacer actualmente son cursos intensivos al estilo bootcamp o coding schools, a través del cual forman a las personas con los conocimientos necesarios para estos trabajos y, una vez finalizados, escogen a algunos de los participantes para que trabajen con ellos. Quienes no consigan ingresar en esa compañía, de todas formas para esa altura ya contarán con los conocimientos para poder postularse en otras empresas.

De tal forma, este modelo de cursos de corta duración termina siendo un “win-win”, ya que por un lado ganan los nuevos talentos, permitiéndoles una rápida inserción laboral, y ganan las empresas, que en poco tiempo acceden a una fuerza laboral.

Uno de los trabajos para los que más se requiere personal en estos momentos tiene que ver con los desarrolladores web, que se dividen entre Back End Developers, Front End Developers y Full Stack Developers. En rasgos muy generales, la diferencia entre cada uno es que el Back End trabaja sobre una parte del código de la página web o aplicación (lo que «no se ve»), el Front End sobre otra («lo que se ve») y el Full Stack es quien es capaz de trabajar en ambas cosas.