Por Aldo Battisacco

Los gremios pertenecientes al Movimiento Sindical Rosarino, resolvieron realizar un acto el próximo día martes 7 de junio a las 15 horas en la Plaza Montenegro «Por la Defensa del Trabajo y la Producción Nacional».

En un comunicado a la ciudadanía repudiaron «el veto presidencial a la Ley de Emergencia Ocupacional que ignora la multitudinaria manifestación de trabajadores realizada el pasado 29 de abrir en la ciudad de Buenos Aires» y «a iniciativa del movimiento obrero organizado de impulsar y promover su votación en el Congreso Nacional».

Los gremios fueron duros en la denuncia del «enfriamiento de la economía, la baja del consumo interno, inflación descontrolada, los tarifazos, la devaluación y desocupación, puesto que son factores desencadenantes de una mayor pobreza y de disciplinamiento laboral».

Todo ello, fundado en la realidad del sector metalmecánico y metalúrgico, sin omitir los síntomas que comienzan a advertirse en otros sectores afectados por la medidas del Gobierno nacional.

Desde la Unión obrera Metalúrgica, su titular, Antonio Donello, dialogó con Conclusión y manifestó que la situación de «los trabajadores en función del tipo de producción o rama difiere porque el sector esta siendo agredido por estas políticas pero con distinto impacto» y agregó que si bien el reclamo se focaliza en la producción, la devaluación y los tarifazos afecto notoriamentre el salario, y este es otro factor que cabe señalar para entender que no todo esta vinculado a reivindicación gremial».

Por otra parte, el gremialista apuntó contra el grado de» liberalización de la economía instaurado por las autoridades de economía de la gestión Macri, que favorecieron las importaciones», y «las empresas Gafa,  Acindar, y Laminados de Villa Constitución que aportan evidencias palpables de la legitimidad del reclamo».

A la vez que señaló que si bien «la UOM esta hoy en la palestra, todos los gremios presentan cierto grado de conflictividad en mayor o menor medida».

Por su lado, Alberto Botto de Luz y Fuerza. miembro integrante al igual que Donello del MSR, ratificó todos los términos del comunicado y manifestó «que todas las organizaciones sindicales que son parte integrante del Movimiento Sindical Rosario, participan del reclamo pero también  los trabajadores de Luz y  Fuerza, decidieron declarar el «Estado de Alerta y Movilización» en una reunión de delegados, en solidaridad con los gremios que están sufriendo los embates del modelo neoliberal».

«La Convocatoria se realizó a la comunidad en su conjunto para manifestar el descontento que se percibe en la población, que incluye no solo a los trabajadores sino a comerciantes, pequeñas y medianas empresas, inclusive llega a los estudiantes que se oponen al arancelamiento de las universidades y el presupuesto educativo».

Para el lucifuercista, «la posición asumida por Macri ante el país, fue dar un claro mensaje ratificando el rumbo del Gobierno, a pesar que los representantes del pueblo en el parlamento le dieron otro mandato, sin embargo desoye la aprobación de la Ley de Emergencia Ocupacional, y hace caso omiso de la solución que se propone democraticamente desde el Congreso, ignorando de esta manera una institución de la república».

Botto, entiende que la ley vetada por el Presidente «no es la solución principal pero atenuaba coyunturalmente la condición de los trabajadores porque permitía que los despedidos desde marzo debían ser reintegrados a sus lugares de trabajo».

El dirigente sindical se despachó contra la conducción nacional de la CGT, a la que ve demasiado pasiva, y recalcó que el Movimiento Sindical Rosario tomo la iniciativa de «dar batalla a un modelo que hasta ahora se muestra como nada novedoso respecto de aquel que se vio en los 90».

Cierran los trabajadores el comunicado invitando a «resistir este modelo económico que es una burda copia de la receta de los años noventa, generando altos índices de desempleo como caldo de cultivo para promover recetas flexibilizadoras con tercerizaciones y trabajo precario».

En una entrevista que le formulamos a mediados de enero de este año, Alberto Botto, fue incisivo con el gobierno contra quien arremetió diciendo: «Nada es casual, la perdida de miles de puestos de trabajo le es funcional a estos grupos poderosos, esto es lo que necesita éste modelo, generar desempleo para negociar salarios a la baja. Alfonso Prat Gay, sinceró publicamente este concepto que intenta justificar este retroceso y advirtió los efectos de reclamar lo que corresponde a los trabajadores» y agregó «el ministro hace terrorismo mediático y apela al miedo para disciplinar a los trabajadores. Si se ejercita la memoria, la década del 90 ofrece los pernicioso efectos de estas recetas reflotadas por nombres ya conocidos en aquellos nefastos momentos para los argentinos, que fue bautizada como la segunda década infame, y de seguir así caminamos hacia la tercera década infame, este es el aporte que pueden hacer los Ceos de las corporaciones. Lo único que le falta a este gobierno luego de todos los decretazos, y las políticas de expoliación que pretende, es que empiecen a desaparecer compañeros».

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