El Gobierno, la CGT y las cámaras empresaiales, acordaron una recomposición salarial obligatoria de $5.000 para los trabajadores del sector privado. La misma será de carácter no remunerativo y a cuenta de las próximas revisiones paritarias.

En tanto, Urtubey dijo que «hay muchos empresarios que no van a poder pagar el bono, si bien la realidad dice que la gente necesita eso, y mucho más».

«Acá hay que entender que el 80 por ciento de la producción es pyme y la mayoría no va a poder hacerlo», evaluó el dirigente fabril.

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La UIA se había negado

En las primera horas de este lunes se hizo pública la posición de Miguel Acevedo, presidente de la UIA, quien calificó de «complicada» la implementación de un bono porque las finanzas de la mayoría de las empresas están muy comprometidas.

En tanto, desde la central de los trabajadores pedían el bono ya que la mayoría de las paritarias se cerraron a considerable distancia de la inflación estimada para este año, superior al 50% y la «corrosión» del poder adquisitivo del salario tiene un piso de 30%, dato que incluso validó desde la estadística oficial el Observatorio de Derecho Social de la CTA Autónoma en un detalle pormenorizado, segmento por segmento de trabajadores.