La Unión Cortadores de la Indumentaria (UCI) realizará este jueves a las 15 una movilización ante la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación en avenida Callao al 100, de la Capital Federal, para acompañar a los trabajadores de la empresa Felsom, que fabrica ropa para la marca Kevingston, que reclaman el pago de sus salarios en tiempo y forma y la seguridad de la fuente de trabajo amenazada por la decisión de Kevingston de disminuir su compra de prendas confeccionadas en el país y reemplazarla por importada.
El Secretario General del gremio, Heraldo Mage, explicó que “la empresa Felsom suspendió por 60 días a sus trabajadores y después planea despedir a todo el personal; lo que dejaría en la calle a más de 60 familias”.
La UCI, que se declaró en alerta, manifestó la voluntad de los trabajadores de continuar con sus laborales; denunció que “las grandes marcas quieren comprar el 80% de la producción en paises con trabajo esclavo” y advirtió que “la importación indiscriminada destruye las fuentes laborales”.
Entre el 11 de diciembre de 2015 y el 5 de enero último, la Argentina importó un 66,7% más que en igual período de 2014 y 2015 por lo que las compras externas de indumentaria ascendieron, en el acumulado de diciembre pasado, a 32,3 millones de dólares, el mayor registro de su historia en ese mes.
La UCI se manifestó e contra de la importación y a favor del trabajo argentino.
Por su lado, los empresarios abren el paraguas, Teddy Karagozian, presidente de la empresa textil TN&Platex precisó que es «lógico» el incremento de la importación, luego de que el gobierno de la Alianza Cambiemos decidió aprobar todas las solicitudes de importación que estaban pendientes. Pero señaló que «el indicador representa una señal de alerta para nuestra cadena de valor» y que, por eso, «se debe consolidar el trabajo técnico coordinado entre los equipos técnicos de las organizaciones representativas de la industria y del Gobierno en una administración consistente con las necesidades de desarrollo de la producción local».
