Una de las fábricas de cosechadoras más importante del país, con sede en Firmat, no se encuentra en un buen momento y atraviesa serias complicaciones que debe enfrentar debido a una fuerte caída en las ventas.

En ese marco, desde ayer Vassalli Fabril aplica un régimen de reducción de la jornada laboral de más del 50% que afecta a unos 600 trabajadores. La jornada laboral, que es de 8 horas 45 minutos para el área de producción, pasó a ser de 4 horas, en un turno que va de 8 a 12.

Asimismo, los empleados desde hace un tiempo no perciben haberes en la forma correspondiente, con lo cual crece el estado de alerta entre los afectados.

José Candiotti, directivo de la compañía, explicó que el plan de contingencia se estableció a partir de “un acuerdo con los gremios, hasta pasar la coyuntura, como medida para ordenar las plantas y tranquilizar a la gente que estaba con capacidad ociosa”.

Según precisó el ejecutivo, esperan que la medida se prolongue durante el menor tiempo posible y eventualmente se irá actualizando cada semana. La reducción del 50 por ciento de la carga horaria no impactará en los salarios. “Se va a pagar por las 8 horas y 45 minutos”, puntualizó Candiotti.

Vassalli Fabril hace tiempo intentaba avanzar en la reducción de los turnos aunque la filial Firmat de la UOM se oponía producto de que la firma adeuda el medio aguinaldo y el aumento paritario retroactivo a abril.

“Lo que se adeuda se estaría completando en diciembre”, manifestó el directivo. Dicha promesa es la que habría jugado para que el sindicato aprobara la reducción.

Por su parte, Oscar Schab, secretario gremial de la UOM de Firmat, habló en LT3 y confirmó la falta de pago por parte de la empresa: “Aproximadamente son unas 600 personas en total que están trabajando en la empresa y se está adeudando a nuestros afiliados el retroactivo de abril y mayo de las paritarias, el medio aguinaldo que correspondía a junio y por otra parte la mensualidad se está pagando el mes de julio al 30% y el resto se está adeudando”.

A pesar de la situación, Schab se mostró optimista y dijo que “esto nosotros lo veníamos advirtiendo el año pasado, se debe a una falta de ventas, es un problema serio, pero sabemos que hay posibilidades, por eso estamos tratando de darlo vuelta. Hay un contrato que puede llegar a firmarse con Perú, hay posibilidades de ventas a Paraguay, se mandaron unas máquinas a Angola y ahora pidieron otro envío nuevamente, o sea que hay posibilidades dando vuelta”.

La crisis

La fábrica de maquinaria agrícola viene de tener durante los últimos años una buena performance exportadora gracias a sus exportaciones hacia Venezuela, generadas en el marco de acuerdos binacionales con el país caribeño.

Sin embargo, hoy atraviesa una severa crisis económica fruto de un proceso inflacionario que derivó en sucesivas devaluaciones, acelerada también por el derrumbe de los precios internacionales del petróleo.

La cadena de pagos venezolana se cortó -adeudan el pago de un 25% del contrato- por lo tanto en Firmat frenaron la fabricación de más modelos pactados en el entendimiento; y a ello se sumó que las compras del sector agropecuario se vieron severamente recortadas durante los dos últimos años. Aunque se buscaron paliativos de parte del gobierno nacional -como planes Repro- para superar las peripecias, igual aparecieron problemas con el flujo de caja, al punto de que se adeuda a los trabajadores el medio aguinaldo y más retroactivos acordados en paritarias.

Con un mercado interno en baja y frente a la poca competitividad para que los productos superen las fronteras, el panorama está complicado para las empresas al sector. Si bien Vassalli concretó ventas en Angola el pasado mes -vendiendo por casi u$s 300.000- el vínculo con el país africano es incipiente y se esperan resultados recién a mediano y largo plazo.