La obra pública que se realiza en la provincia de Santa Fe atraviesa un momento crítico. La misma está paralizada por una deuda que alcanza los 3.500 millones de pesos, poniendo en riesgo a miles de puestos de trabajo que ofrece el sector.

«Veníamos con un excelente ritmo. En enero y febrero de 2019 arrancamos con 40.500 obreros en la provincia de Santa Fe. A octubre -último mes del que se tiene registro estadístico- había algo más de 36.000 trabajadores. En noviembre y diciembre, evidentemente, va a haber una baja muy grande de por lo menos 5.000 puestos de trabajo», describió a Conclusión el gerente de la delegación Rosario de la Cámara Argentina de la Construcción, Rubén Llenas.

Según manifestó el referente del sector, las autoridades provinciales siguen de cerca la situación, ya que en los primeros días de enero mantuvieron una reunión con la ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Habitat, Silvina Frana, y -además- ayer se reunieron con el ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo.

«Están totalmente en conocimiento de la situación. Saben cuál es el problema: la deuda aproximada es de 3.500 millones de pesos», contó Llenas.

Al ser consultado por las soluciones que le han propuesto desde la administración estatal, el referente local de la Cámara de la Construcción indicó que «no hubo nada concreto», pero que les dijeron que «están trabajando en una solución». Claro está, el contexto inflacionario agrava el problema día a día.

Las empresas -al no recibir los recursos adeudados- están afrontando la suba de los costos de construcción. «En un contexto de 55 por ciento de inflación en el año, hay que imaginarse lo qué significa el desfinanciamiento para las empresas. Otro problema adicional es la falta de financiamiento en el sector bancario. Hay muchas dificultades, y cuando se logra algo es a tasas que atentan contra la rentabilidad y la continuidad de la actividad», apuntó Llenas.

Tal describieron desde el sector, las obras se encuentran afectadas desde junio. «Según la ley, se deberían haber cobrado en agosto. De las obras que se licitaron de acuerdo al presupuesto 2019, hay varias que están paralizadas, otras que están en un trabajo muy lento y algunas que por su complejidad de paralización o por su proximidad de conclusión, continúan ejecutándose porque la empresa no tiene otra forma de actuar. Hay deuda en todas ellas», describieron.

Cabe destacar que a este grave panorama hay que sumarle que desde agosto no ha habido nuevas licitaciones, por lo que las empresas -tal señaló Llenas- no tienen forma de reubicar a los obreros una vez que finalizan una obra.