La Unión Obrera de la Construcción acordó un reajuste salarial por inflación, de carácter trimestrales, con el cual atraviesa los parámetros que el oficialismo pretende para este año como “techo” en las negociaciones.

La paritaria firmada con la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) abarca un 10 por ciento de aumento en compensación de lo perdido en 2018 y, desde abril de 2019 a abril 2020, el salario tendrá aumentos trimestrales que emparden los índices de inflación.

Por la importancia del rubro en el total de la economía (emplea a 385 mil personas), el acuerdo puede sentar un precedente para negociaciones venideras en el sector privado, donde prácticamente todos los gremios plantean paritarias con períodos de revisión cortos, debido al escenario de extrema incertidumbre económica.

El esquema de reajuste por inflación trimestral ya fue implementado este año en la provincia de Buenos Aires por la gobernadora María Eugenia Vidal, en su oferta a gremios docentes, para intentar pasar un año sin paros luego de un conflicto extendido desde el altamente inflacionario año 2018.

El acuerdo de la Uocra con la CAC, en tanto, ya está cerrado, aunque resta que sea homologado por la Secretaría de Trabajo de la Nación.

El convenio arreglado puntualiza: aumento del 5 por ciento en mayo, a cuenta de la inflación que se registre de abril a junio. En julio, el pago de un diferencial de entre 5 por ciento y la inflación real. En agosto, nuevo anticipo por un valor “a definir”, a cuenta de la inflación del tercer trimestre del año (segundo del nuevo acuerdo). Este (complejo) esquema, al que ogliga la debacle económica, se repetirá hasta el final del convenio.

El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, había dicho semanas atrás que “revisiones semestrales” serían suficientes en las negociaciones salariales. La profundidad de la crisis y la incertidumbre económica tiraron por tierra esa idea.