En un comunicado firmado por su secretario general, Sergio Palazzo, se anunció que el miércoles 6 y el jueves 7 de mayo habrá «asambleas en todo el país y en todos los bancos durante las dos últimas horas de atención al público con interrupción de tareas».

Además, el gremio La Bancaria anunció  la realización de un paro de 24 horas en fecha a determinar en la semana del 11 al 15 de mayo, ante la falta de respuesta de las cámaras empresarias «a más de cuatro meses de iniciadas las negociaciones paritarias» para compensar la pérdida del poder adquisitivo.

La segunda semana de mayo se realizará «un paro total de actividades por 24 horas», con «concurrencia a los lugares de trabajo y movilizaciones en todas las seccionales», añadió la entidad.

«Sin ninguna vergüenza , a más de cuatro meses de iniciadas las negociaciones paritarias para renovar el acuerdo salarial -que debe regir entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2015- no hay propuesta de las patronales para superar la pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios ni ninguna decisión para modificar y/o compensar el injusto impuesto a las ganancias a nuestros ingresos de carácter alimentario», denunció La Bancaria.

También, reclamó la «inmediata solución a los reclamos expuestos en el Ministerio de Trabajo sobre violaciones a nuestro Convenio Colectivo de Trabajo, incorrectas liquidaciones salariales, millones de días de vacaciones no otorgadas e insuficiente dotación de trabajadores para resolver la carga laboral diaria, situación que deriva en multitud de agresiones, presiones y enfermedades que sufrimos los bancarios cotidianamente».

El martes no hubo acuerdo entre sindicalistas y los representantes de las cámaras de la actividad, ABA, Adeba, Abappra y ABE. Los representantes de los trabajadores insistieron en el pedido de recomposición salarial del 33% y una compensación adicional por la exacion que provoca el Impuesto a las Ganancias. Por su lado, los empresarios propusieron mantener por unos meses una «suma puente» de 2.200 pesos.

La Bancaria, consideró como «una burla y una provocación para los trabajadores» la posición asumida por la patronal.

Los empresarios esperan que gremios como la UOM o la Uocra, cierren sus acuerdos para tomarlos como «casos testigos», especulando atenuar el reclamo gremial.

«El Gobierno considera que no debe haber aumentos que superen el 30%, y no quiere homologar acuerdos salariales que superen ese techo, pero la realidad es que la inflación se ha comido todo lo que llegó al bolsillo de los trabajadores. Y los bancos se prenden de ello para no dar respuestas», explicaron desde el sindicato bancario.