Las Juntas Internas de ATE-Senasa, de las provincias de Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe cortaron la intersección de San Lorenzo y Mitre en pleno centro rosarino para manifestar su «rechazo y repudio a las declaraciones públicas del Director Regional de Senasa, Cristian Cunha, quien «trata de acción cuasi mafiosa a las tareas desarrolladas por los trabajadores en los puertos de la provincia de Santa Fe».

En diálogo con Conclusión, Rodrigo Romariz, integrante de la junta interna de ATE Senasa Rosario sostuvo: «Estamos haciendo una jornada de protesta, un corte en repudio a las declaraciones públicas del compañero regional Cristian Cunha que habla de la corrupción y nosotros como trabajadores nos sentimos injuriados y perseguidos porque como integrantes del Sindicato queremos dejar claro que no somos corruptos. Ellos acusan para poder privatizar».

A través de un escrito que repartían durante la manifestación, la junta comunica: «Como representantes de los trabajadores y trabajadoras de este organismo consideramos que no solo se trata de un ataque gratuito a los trabajadores, sino que se trata de una cortina de humo, dado que desde que asumió el actual gobierno de Cambiemos, fueron retirados el 70 % de los controles en los puertos, transfiriendo, solo con esa medida, $1.200, Millones anuales a las cerealeras, además se despidieron a 343 compañeros y compañeras, se levantaron Barreras Sanitarias, programas como los de HLB y Picudo del Algodonero, se cerraron cientos de oficinas locales de Sanidad Animal,que funcionaban en locales alquilados, hoy en manos de Sociedades Rurales o Entes Sanitario privados, se avanzó en delegación de funciones con la implementación de la figura del “Director técnico” y el retiro de los servicios oficiales en establecimientos elaboradores y depósitos de alimentos».

Y continúa: «Las irresponsables denuncias genéricas de corrupción, que incluso fueron cuantificadas aludiendo a una disminución del 90%, sin que exista según lo manifestado por el propio Señor Director más que una sola denuncia formal, que por otra parte no tuvo curso por cuanto nunca fue ratificada; echan públicamente un manto de sospecha sobre los trabajadores y trabajadoras del SENASA, que son quienes sostienen con su esfuerzo diario el funcionamiento de un organismo clave tanto para la economía del país como para la salud pública, a pesar de la enorme pérdida del poder adquisitivo de sus salarios y los reiterados recortes presupuestarios que atentan contra el desempeño de sus funciones. Entendemos que este tipo de denuncias sin ningún sustento legal que abonan la campaña anti Estado y anti trabajadores públicos, constituyen también un ya conocido método utilizado para justificar despidos, transferencia de funciones y el desguace de organismos públicos».