A 8 años de la sanción de la ley de Identidad de Género en Argentina, la primera en el mundo de su tipo, ya accedieron a su nuevo DNI más de 9000 personas, el 45% de ellas de entre 20 y 29 años, legislación que tiene una aplicación dispar, en lo relacionado a políticas públicas, en las distintas provincias.

Fue el 9 de mayo de 2012 cuando el Congreso aprobó la ley 26.743 de Identidad de Género que reconoce la identidad autopercibida de las personas del colectivo trans sin requisitos médicos y desde una perspectiva despatologizadora.

Según datos del Registro Nacional de las Personas (Renaper), el 8,8% de los que recibieron su documento son niños y adolescentes de entre 10 y 19 años, estadística que «está en construcción y estamos trabajando para actualizar», dijeron fuentes del organismo.

Jujuy es un distrito que tuvo 338 inscripciones desde la vigencia de la ley, 11 durante este año, contó Octavio Rivas, director provincial del Registro Civil

Y el año pasado «se hizo el cambio de género de una persona de 11 años», siendo el caso más joven de la provincia, al tiempo que se llevó a cabo la primera modificación de género no binario «es decir que figura sin género», en su DNI, señaló el funcionario.

Y en Mendoza y Neuquén hay programas estatales para infancias trans, según un relevamiento.

Río Negro también aportó un dato interesante: en los primeros meses de 2020, fueron 11 las personas menores de edad que accedieron al cambio de género, y al respecto Costanza Victoria Carriqueo, de la subsecretaría de Políticas de Géneros y Diversidad, consideró que «esta ley permite que las personas menores tengan una infancia sin violencia».

«La personalidad se transforma en una carga cuando existe la hostigación y sentimos libertad cuando podemos expresar nuestra identidad sin límites porque nadie se preguntó alguna vez hasta dónde soy varón o hasta dónde soy mujer», añadió.

La norma nacional también garantiza el acceso a tratamientos hormonales e intervenciones quirúrgicas totales o parciales para adecuar el cuerpo a la identidad elegida.

Mendoza registró 124 adecuaciones de género y «se garantizaron siete operaciones de adecuación corporal a 7 varones trans y a 9 mujeres trans; además 560 personas están en tratamiento de hormonización con fondos provinciales», detalló a esta agencia Fernanda Urquiza. coordinadora en Diversidad Sexual

En Córdoba, 934 personas tramitaron la rectificación registral con su identidad autopercibida, informaron fuentes del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de esa provincia, donde «se realizan capacitaciones para desactivar mitos y prejuicios» en relación a la población trans.

Desde el Registro Civil del Chubut, indicaron que «se estiman en 120 los DNI adecuados a género, pero el dato no se consigna porque la condición igualadora de la legislación hace que no se tenga en cuenta la condición del que se inscribe con el género elegido, se lo inscribe y punto».

En Santa Fe hubo 1011 cambios registrales, en una provincia con ley de cupo laboral trans, que aún no está reglamentada,y con 12 ciudades que tienen normativas en ese sentido.

Neuquén, en tanto, a 8 años de la sanción de la Ley de Identidad de Género, confeccionó 253 nuevos DNI, de acuerdo al informe suministrado a esta agencia por la Dirección Provincial de Diversidad, que destacó un programa para infancias trans y donde se construyeron 14 módulos habitacionales para personas trans en extremo estado de vulnerabilidad social.

En 2017, se realizó el primer censo oficial para relevar el estado de situación de la personas trans en Neuquén, donde en la capital hay 5 consultorios inclusivos para esta población.

En Santiago del Estero, fueron 177 personas las que cambiaron su identidad de género, distrito con oficinas de Diversidad provincial y en el caso de las ciudades de Frías y La Banda con consultorio inclusivo.

Además, en 2018 accedieron al programa Hacemos Futuro 55 mujeres trans, tres de ellas actualmente en la universidad, y ahora, en contexto de pandemia por coronavirus, hay 3 personas trans en el programa Potenciar Trabajo.

Desde 2017 existe en Salta el área de Diversidad Sexual, desde donde «se aplican distintas políticas tendientes a brindar capacitación, desarrollo de espacios culturales y asistencia social y de salud», expresó la secretaria del área en esa provincia, Mariana Reyes.

En La Pampa, hubo 78 rectificaciones de identidad de género, dijo a esta agencia Miguel Rolando, director del Registro Civil, mientras que la directora de Género y Diversidad de la Municipalidad de Santa Rosa, Gabriela Bonavita, detalló que «se brinda una atención de 24 horas, se reforzó la entrega de módulos de alimento por la pandemia, de preservativos y de información sobre derechos sexuales, y se contienen las diferentes demandas sociales y habitacionales para evitar desalojos».

El impacto en la vida de las personas del acceso a la identidad quedó reflejado en el documental «Yosoy» que narra la historia de tres generaciones de personas trans de Neuquén.

El año pasado, la actriz y escritora, Camila Sosa Villada se convirtió en todo un suceso de crítica literaria por «Las malas», una novela que aporta una dimensión mítica a la comunidad trans.

La protagonista de la miniserie «La Viuda de Rafael» y ganadora del premio al mejor documental en el Festival de Cine «Diversa 2010» por su papel en «Camila, desde el alma», accedió al DNI con su verdadera identidad de género en 2013, lo que definió como «un nacer de nuevo».

A la pionera norma argentina se sumaron luego en América Latina, Uruguay, Bolivia, Chile, Perú, Ecuador y Colombia.

El acceso a la identidad de genero es muy dispar en el mundo. Mientras naciones como Dinamarca y Malta tienen leyes similares a la de Argentina, en la gran mayoría de los países que permiten el cambio se requieren tramites administrativos que muchas veces resultan prohibitivos, al solicitar certificados médicos de cambio de sexo o de esterilización.