La Asociación de Microbiología de Argentina dispuso una alerta para advertir del brote de un hongo denominado “la tiña capitis”, especialmente en personas que acuden a barberías o peluquerías a realizarse algún procedimiento capilar.

Se trata de una infección poco frecuente que es causada por hongos y afecta el cuero cabelludo en la cabeza. Los mayores afectados son adolescentes y jóvenes varones que acuden a estos sitios para cortes.

El integrante de la subcomisión de micología clínica de la Asociación Argentina de Microbiología, Gustavo Giusano, recalcó que las peluquerías y barberías del país deberán tener en cuenta diferentes medidas para disminuir la propagación del hongo.

“Los peines, los cepillos y otros utensilios que entren en contacto con piel o cuero cabelludo deben limpiarse con detergentes y agua corriente en circulación cada vez que se atiende a un cliente. Una vez limpios, se tienen que almacenar con envoltura individual y en recipientes de material de fácil limpieza”, enfatizó.

Los principales síntomas de tiña en el cuero cabelludo son:

-Placas redondeadas en el cuero cabelludo sin cabello o con pelo quebradizo
-La placa puede ser única y grande o varias pequeñas, dependiendo del agente infeccioso
-Dolor o enrojecimiento leve en el área afectada
-Descamación local
-Presencia de varias costras en el cuero cabelludo

Además de eso, en algunas personas con tiña capitis es posible notar la presencia de inflamación, como hinchazón, ampollas y pus, siendo esta situación conocida como querion.

Es importante que el dermatólogo sea consultado cuando se presenten señales y síntomas que indiquen la Tiña capitis, pues así es posible realizar un diagnóstico para poder identificar el agente infeccioso e iniciar el tratamiento más adecuado.

Para explicar este aumento de casos, los dermatólogos aluden a la relación con una moda internacional cuyo mantenimiento supone acudir a la peluquería con frecuencia semanal para cortarse el pelo de las zonas occipital y temporal, mediante degradado o rasurado; lo que puede haber favorecido el contagio de la tiña a través de maquinillas eléctricas infectadas.