Por Alejandro Maidana

Los tóxicos orgánicos están en todos lados. También forman parte de los hogares, según especificó nn estudio realizado a escala mundial por la Red Global IPEN y la ONG checa Arnika. El mismo detectó contaminantes tóxicos en uno de los juguetes más vendidos del mundo, como el cubo rubik.

Este enorme proyecto contó con la participación de 26 países que completan otros estudios vinculados a los compuestos bromados, que tienen la función de ser retardantes de las llamas en los plásticos.

La investigación detectó que el 90% de las muestras contenían OctaBDE o DecaBDE, y que casi la mitad de ellos (43%) contenía HBCD.

Dichos contaminantes químicos pueden dañar el sistema nervioso y reducir la capacidad intelectual y fueron encontrados en los cubos tipo rubik o conocido también como cubo mágico.

Conclusión dialogó con Cecilia Bianco, integrante del Taller Ecologista y especialista en tóxicos para conocer más detalles.

“Estos contaminantes fueron encontrados en varios productos, por ejemplo el Hexabromociclododecano o HBCD, que se ha utilizado en una espuma de tipo poliestireno para aireación de los edificios. También el mismo aparece en la carcasa de muchos productos electrónicos. En cuanto al DecaBDE, se le ha encontrado que posee las mismas características que el PCB. Esto quiere decir que es un contaminante de altísimo riesgo (puede producir cáncer) y debe ser eliminado de los productos de inmediato”, dijo Bianco.

La Conferencia de las Partes del Convenio de Estocolmo será la instancia donde decidirá si se continúa permitiendo el reciclado de materiales que contienen OctaBDE.

“Desde Ipen y todas las organizaciones que forman parte de esta red, van por la eliminación de los contaminantes orgánicos persistentes. Dentro de los mismos, están los antes mencionado. Les estamos pidiendo a los países que le pongan un límite muy bajo a estas sustancias, de tal forma que estos productos no vuelvan a ser reciclados”, enfatizó.

El Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes es un Tratado Multilateral Ambiental que busca proteger la salud humana y el medio ambiente frente a los contaminantes orgánicos. “Se debe actuar con rapidez y conciencia. No sólo no se deberían fabricar productos con estas sustancias, también debería abolirse la posibilidad de ser reciclados. Este estudio fue muy claro y se le suma a otro, que de no hacerse una separación de los plásticos que se reciclan y que tienen sustancias tóxicas de los que no la tienen, entonces el problema llegará a muchas casas y será dispersado por todo el mundo. Por ejemplo, los encontrados en Santa Fe provenían de China, pero en otros países la amenaza llegaba desde otros destinos de fabricación”, alertó Bianco.

Estos trabajos de investigación tratan de poner al descubierto todas estas decisiones equivocadas que se toman a nivel gobierno cuando aprueban el reciclado de los plásticos con alta participación de los bromados. El lobby empresarial es muy fuerte a la hora de presionar sobre el camino a seguir, pero estos datos son muy esclarecedores y buscan imponerse sobre intereses mezquinos.

Con respecto a los cubos mágicos de Argentina, la investigación llevada a cabo fue certera: “Uno de los cubos tenía 342 partes por millón de OctaBDE y 359 de DecaBDE. Otro 1586 partes por millón de HBCD. Esta última muestra es la que mayor carga de componente tóxico tenía entre 111 provenientes de 26 países. Esto supera claramente el límite que hemos impuesto a través de un exhaustivo trabajo, que es el siguiente: el HBCD no puede superar las 100 partes por millón, el OctaBDE de 50 partes por millón y los que contienen PCB de 10 partes por millón”.

Se aguarda que la respuesta sea favorable para la salud humana, esa hipoteca que suele ser devorada por intereses que desprecian el bienestar general.