Por Alejandro Maidana

“Quizá la verdadera locura no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo ha tomado la inteligente resolución de volverse loca”, Torcuato Luca De Tena.

La lógica manicomial está basada en el encierro, una práctica tan añeja como carente de motivación alguna para el usuario. Por ello, y a través de distintos talleres, como por ejemplo el radial, se persigue la restitución de derechos para aquellos que han perdido el acceso a la expresión, a la comunicación, a la libre circulación, o sencillamente, a poder elegir qué tipo de tratamientos quieren llevar adelante.

Todas las actividades que rodean a Gomecito, tienen una vinculación directa con la cultura. La sociedad, el arte, la locura y el lenguaje no podrían existir sin un ser social. Tomando esto como estandarte, el grupo de trabajo del Centro lucha por terminar con algunas formas arraigadas de tratar al paciente, apostando a la apertura de nuevas alternativas.

Afianzando la lucha por terminar con algunas formas arraigadas de tratar al paciente, y apostando a la apertura de nuevas alternativas, desde el Centro Cultural Gomecito y con el auspicio de la Dirección Provincial de Salud mental, invitan al festejo de los 20 años de radio como modo de intervención sustitutivo al manicomio, el día 13 de noviembre a partir de las 14 con una radio abierta y en vivo del programa realizado por usuarios denominado Tardes Nuestras.

Habrá doble festejo, ya que también incluirá ese dispositivo radial a Tardes Nuestras, programa que celebrará 18 años en el éter rosarino por FM Aire Libre Radio Comunitaria 91.3. La celebración constará con un programa en vivo y radio abierta a partir de las 14h, en su horario habitual de los días lunes. Al festejo está invitada la comunidad en general y especialmente aquellas personas que forman parte del colectivo de la salud mental.

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Desde el Centro Cultural Gomecito se considera esta celebración como un evento más en la lucha contra el estigma y la exclusión de las personas con algún tipo de padecer subjetivo. El objetivo del espacio de radio, es entre otros el ejercicio de derechos avasallados como el derecho a la comunicación, el derecho a la palabra, el derecho a la producción cultural y a habitar la cultura.

La radio, además de tener principalmente una función clínica, habilita a las personas con sufrimiento psíquico a tener un espacio de difusión de los derechos y un acceso a la producción sociocultural a través de la expresión mediante la palabra, en dónde, además de tocar temas de salud mental, se desarrollan otros temas de interés de quienes participan en estos espacios. Se festeja la radio como clínica de la subjetividad que se tornó una práctica contra los efectos del manicomio y una lucha política por los derechos de las personas desde hace 20 años en la ciudad de Rosario.

Cuando se amalgama a la radio junto a la salud mental, lo que persigue es una estrategia clínica. Clínica no en el sentido clásico que lo entendemos, la atención singular con un psicólogo, un psiquiatra, sino esto que cuando llamamos nuevos paradigmas, nuevas formas de asistencia, se trata de estas. “La radio como lugar de producción de subjetividad. Allí donde, por un lado, se reparan o se defienden y se ejercita el derecho de las personas con sufrimiento psíquico, con padecimiento subjetivo, como queramos llamarle, aquellas personas que antiguamente llamábamos locos. También es un lugar de ejercicio de los derechos, y cuando uno ejerce los mismos, se está constituyendo subjetivamente como una persona que tiene derecho a la atención, a no ser excluido de esta sociedad, a no ser encerrado por su padecimiento”, indicó el trabajador de la salud mental y docente universitario Eduardo Mutazzi.

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Por otro lado, la práctica radial, se erige como un espacio de lucha contra el estigma. Pone una pregunta allí donde hay certezas sobre la locura. “La locura como peligrosidad, la locura como genialidad. Sino que esto pone ahí, entre paréntesis, la cuestión de la locura para poner en primer lugar a la persona. La estrategia siempre es grupal, siempre es colectiva. Porque no hay radio si no hay público, no hay radio si no hay aquellas personas que prestan su oreja para escuchar lo que uno dice. La radio como derecho a la palabra, la radio como derecho a la comunicación, la radio para realizarse uno mismo, porque los distintos integrantes en estos 20 años han construido sus bloques, sus columnas. Por ejemplo y solo para citar algunas, la cuestión del tiempo, sus comunicaciones científicas o pseudocientíficas, el arte y la cocina entre otras. Bueno, imaginemos una revista radial y ahí pongámosle todos los condimentos que podamos encontrar”.

¿Opinión política? ¿Por qué no? Sus derechos a esa palabra que fue acallada, que fue denigrada, que fue desvalorizada por sólo el simple hecho de ser llamados locos o locas, tienen su lugar en un amplísimo espectro.  “Son 20 años de festejo de esto, que no es simplemente la radio. Cuando decimos radio resumimos un montón de formas que toman en los distintos espacios, ¿no? El taller de radio, el programa de radio, la radio en vivo, la radio en un hospital, la radio en una plaza. Esos lugares donde se le da a esa comunidad que no tiene voz poder para poder participar, valga la redundancia. Con lo cual, por eso la llamamos una estrategia clínica. Y por eso la acompañamos, y por eso se sostiene hace 20 años en el Hospital Psiquiátrico y en el Centro Cultural Gomecito. Y por eso tiene su expresión, que cumple también 18 años Tardes Nuestras, como el programa que sale de ese taller de radio para transformarse en un programa de radio que ya tiene 18 años en FM Aire Libre 91.3”.