La Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) ratificó ayer que Argentina está considerada un «país de tránsito de drogas» y «un país no productor de estupefacientes», según las fuerzas de seguridad y el Registro Nacional de Precursores Químicos.

La posición fue fijada por el organismo en el marco del Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas que se celebra todos los 26 de junio y en referencia a la presentación de un informe mundial sobre drogas de Naciones Unidas.

El informe de Naciones Unidas define a Argentina y a Brasil «como países de tránsito» y se los menciona más frecuentemente «en los secuestros de drogas a particulares», señala en un documento la Sedronar.

En ese punto, Sedronar estimó que el término ‘mention’ «no refleja una captación objetiva de la situación de cada país, y no se explica cuál fue el método utilizado para relevarlo».
Reveló que el informe admite recurrir a «otras fuentes cuando los países no envían la información suficiente, que no son definidas ni explicitadas en ningún apartado del informe, ni sus anexos».

Otra observación de la Sedronar refiere que «la droga que es incautada en un país en particular, sea vía marítima, terrestre o aérea, puede atribuirse inmediatamente a un país de donde provenía la persona que la transporta».

«Esto de ninguna manera quiere decir que el país de ‘salida o de tránsito’ sea el país donde la droga fuera cultivada, elaborada o fabricada». detalló la Sedronar.

En tanto, el organismo estimó imprescindible aclarar la diferencia entre los términos producción y fabricación, conceptos definidos por la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, emanada del Protocolo de 1972.

«Mientras el proceso de ‘producción’ se refiere a la ‘separación del opio, de las hojas de coca, de la cannabis y de la resina de la cannabis, y de las plantas de las que se obtienen’; la ‘fabricación’ alude a ‘todos los procedimientos, distintos de la producción, que permiten obtener estupefacientes, incluidas la refinación y la transformación de unos estupefacientes en otros'».

Según Sedronar, «la aclaración es importante, porque normalmente se hace referencia a la producción de estupefacientes homologando el concepto al de fabricación, lo que es incorrecto».

«Queda claro que la República Argentina no es país productor, aunque esto no implica reconocer que existan laboratorios clandestinos de procesamiento de derivados de hoja de coca», precisa Sedronar.

En reemplazo de esa conceptualización, «se considera más apropiado introducir la categoría genérica de ‘centros de procesamiento ilícito de estupefacientes’ (CPI), clasificando a los mismos en centros de producción ilícita de estupefacientes (CProdI) y centros de fabricación ilícita de estupefacientes (CFabI)».

La perspectiva argentina en relación al problema de las drogas, que cada vez cobra más fuerza particularmente en el escenario latinoamericano, se basa en «la inclusión social con un fuerte anclaje en el paradigma de los derechos humanos», informó hoy la Sedronar.

La posición alude a la determinación de Argentina de fortalecer las actividades necesarias para alcanzar «el objetivo de una sociedad internacional libre del abuso de drogas».

«En ese sentido -señala el documento de la Sedronar- la posición argentina se diferencia del prohibicionismo, caracterizado por la declaración de ‘la guerra contra las drogas’, discurso emanado principalmente desde los Estados Unidos, que coloca el énfasis en el principio de desaliento del consumo a partir de la persecución, castigo y represión al usuario», concluyó el documento.