En el límite entre Rosario y Pérez, el barrio Cabin 9 sufre múltiples carencias. Desde asfalto, electricidad, inseguridad hasta quizás la más urgente: la falta de agua.
Así como sucede en barrios de la ciudad de Rosario, en esta aglomeración sus vecinos reclaman por acceso al agua potable desde hace años. En el barrio de Pérez viven doce mil personas, y desde hace 20 años aproximadamente sufre este flagelo.
Es que en la zona el agua no puede ser utilizada para su consumo, por lo que los vecinos deben obtener el líquido a través de una canilla comunitaria. Por lo tanto, todos los días tienen que realizar varios viajes para buscar el agua con botellas.
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Los vecinos llegan a pie, bicicleta, moto o carretilla para abastecerse del preciado bien. Como si esto fuese poco, en algunos horarios deben soportar largas colas debajo del extenuante sol.
«El intendente prometió poner una media sombra para que los mayores se cuiden del sol«, mencionó un hombre con problemas del corazón que realiza tres viajes por día para buscar botellones.
“Es intomable el agua. Esto pasa desde que empezó a estar el barrio”, comentó uno de los vecinos. Si bien la problemática es antigua, desde hace poco tiempo el Municipio de Pérez dispuso que los vecinos puedan ir a buscar agua al tanque del barrio.
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A raíz de la carencia, los vecinos colaboran entre sí, algunos, como un niño de 13 años, busca los bidones para vecinas ancianas que no pueden hacerlo por su cuenta.
“La solución es tener agua potable o por lo menos poner una canilla en cada esquina”, propone un hombre que debe trasladar las botellas por cinco cuadras.
