Todas las semanas se emite por el canal de YouTube de Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.
En esta oportunidad Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron con el Licenciado en Historia Pablo Suárez, quién disruptivamente llevó adelante una imprescindible investigación sobre la historia del agua en Santa Fe es, una temática muy poco desarrollada en el marco de la historiografía regional.
Lo que no deja de llamar la atención ya que el agua ha sido un agente fundamental en la configuración de los territorios y en función de eso ha sido un factor protagonista de variados conflictos sociales a lo largo de la historia. Pablo Suárez comparte un relato histórico que puede leerse como una sencilla introducción al tema, en el que se despliega ampliamente la problemática, brindando interesantes herramientas para el debate.
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El proceso del agua siempre ha sido un factor clave, a medida que cambiaba la sociedad, determinados usos fueron más importantes que otros. Esto sin duda alguna condicionó los ritmos y direcciones de los procesos sociales desarrollados en este marco geográfico. La historia del agua en nuestro país es una disciplina relativamente nueva como núcleo problemático.
Si bien en nuestra historiografía podremos encontrar páginas dedicadas a los ríos, al mar y (tácitamente) a la interacción entre los hombres y el agua. La aparición en nuestro país de libros dedicados específicamente al agua en su total complejidad (como recurso vital y económico, como generador y escenario de conflictos, como integrante fundamental del imaginario social, etc) no tienen muchos años.
¿Cómo hacer para abordar la historia del agua de una pequeña porción del planeta, si la inmensidad real e imaginaria del agua no hace mas que conectar, desconocer las fronteras existentes, sobreimprimirse a los diagramas humanos, cumplir permanentemente el ciclo que la eleva invisible desde la tierra al cielo y la desprende en mil diversas maneras desde el cielo a la tierra? Se pregunta Pablo Suárez.
