Los pequeños comercios padecen una caída abrupta en sus ventas desde que se decretó el aislamiento preventivo para evitar la propagación del Covid-19.  Los supermercados chinos no están ajenos a esta coyuntura y miles ya dejaron de tener actividad.

Desde que se impuso la cuarentena, unos 2.500 autoservicios asiáticos instalados en el país cerraron sus puertas. Este número equivale al 20 por ciento del total de las bocas comerciales de este tipo en Argentina.

La Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático indicaron que la mitad de los cierres se dieron en Capital Federal y el conurbano bonaerense, pero también hubo en Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco y Santiago del Estero .

Esto -señalaron- está directamente relacionado a la caída en las ventas que generó el aislamiento preventivo y obligatorio. La medida sanitaria generó una baja del 40 por ciento en la comercialización diaria.

Ante la falta de recaudación, muchos de los dueños de los supermercados comenzaron a consumir la mercadería que les quedaba sin vender.

La titular de CEDEAPSA, Yolanda Durán, manifestó que «los cierres se extendieron con mucha rapidez, en principio por el miedo al contagio y luego ya por la falta de mercaderías».

«A eso se le agregó que la gente dejó de ir al supermercado tanto por la cuarentena como por el ‘stockeo’ previo a la medida del Gobierno. Se volvió imposible seguir operando para muchos de los puntos de venta», agregó.

Ante este panorama, los dueños de los autoservicios buscaron la manera de subsistir. «Como los propietarios no tienen caja, comenzaron a directamente consumir lo que quedó dentro de los mismos supermercados. En esta pandemia sólo tenemos perdedores. Sólo los que tienen algo más de mercadería en depósito se mantienen abiertos», afirmó Durán.

La titular de CEDEAPSA también destacó un desabastecimiento importante en lo referente a productos lácteos y también bebidas. Señaló que, sobre todo en el interior del país, la mayoría de los puntos comerciales sólo tienen stock de determinados artículos «larga vida» aunque también sin reposición.

Al ser consultada por la posibilidad de tramitar líneas de crédito, como evalúan actores de la actividad como la gastronomía, Durán sostuvo que los supermercados chinos «no pueden enfrentar una tasa del 24 por ciento. Sólo sería de ayuda si lográramos préstamos al cero por ciento».

A este contexto que atraviesan los supermercados chinos se le sumará la profundización de las sanciones que se aplicarán a los comercios que no cumplan con estas medidas dispuestas por el Ministerio de Desarrollo Productivo para establecer límites a los excesos que se advirtieron en el marco de la pandemia del coronavirus.

Ante este tema, desde los propios autoservicios admiten que los precios han tenido una escalada considerable desde que comenzó la crisis derivada del Covid-19. La carne y el azúcar lideran la nómina con subas del 20 y 30 por ciento respectivamente, pero -apuntan- los lácteos incrementaron su valor entre un 5 y un 9 por ciento desde mediados de marzo a esta parte.

«Los productos para la limpieza, a partir de los casos de coronavirus, también empezaron a llegar con subas importantes desde los proveedores. En algunos casos, con incrementos de por lo menos un 10 por ciento respecto del precio de meses como febrero. La lavandina es un caso», expresó Durán.