Por Osvaldo La Spina

Santiago Laguia, oriundo de la localidad de Pergamino, hacía siete años que estudiaba en la Facultad de Medicina de Rosario y ya estaba a punto recibirse, pues le faltaban apenas tres materias. Sin embargo, aquella mañana fatal del día 6 de agosto del 2013 la explosión en el edificio Salta 2141 acabó con su sueño y con su vida.

«Me hace bien hablar de mi hijo, nunca pensé mi vida sin uno de de mis hijos –dice Claudia Vaio, la mamá de Santiago- . Jamás se me pasó por la cabeza. Con su hermana,  Macarena, se llevaban catorce meses», dice esta mamá que aún sigue esperando que la Justicia se expida de manera contundente sobre esta causa.

Respecto de lo ocurrido dijo que «para nosotros no fue una tragedia, sino un crimen social. Lo de Santiago fue el caso que más sonaba, que más repercusión tuvo porque fue el último en aparecer. Todos nos decían que estaba vivo y lo buscamos por todos lados, hasta en las plazas, en los barrios», recordó.

Pasamos  por todos lados reclamando justicia -continuó aclarando la madre: «Tribunales, Enargas de Buenos Aires, Litoral Gas de Rosario, hasta quisimos hablar con la presidenta, pero después no nos recibió. Por eso decimos que quedamos desamparados por la ley, especialmente cuando ves que están a favor de los delincuentes».

¿»Quién le preguntó a mi hijo si quería morir»? –se preguntó Claudia y añadió: «para él y todos los que fallecieron no hubo derechos humanos».

La mujer señaló que «esto (por la explosión) fue negligencia, desidia y corrupción”. Primero corrupción desde Cristina Fernández de Kirchner hacia abajo, como por ejemplo el nombramiento a dedo del ingeniero Antonio Pronzato, interventor del Enargas ya que en el edificio había un problema de olor a gas y que no llegaba a los pisos altos. Jamás a pesar de ser avisados, jamás, -subrayó- realizaron una inspección al edificio de calle Salta 2141».

-¿Cómo sigue el juicio?

 Quedamos seis familias que queremos llegar al juicio oral y público para el año que viene, los demás llegaron a un arreglo extrajudicial y económico con la compañía de seguros de Litoral Gas, pero con la condición de bajarse del juico penal, cosa que nosotros, no lo aceptamos y seguimos adelante.

«Quiero que vayan presos los responsables, -dijo la mujer- Acusamos a once personas que ya están procesados. Cinco de Litoral Gas, a tres de la administración del edificio, a dos gacistas y el ayudante, estos últimos fueron los que estuvieron el día que se produjo la explosión».

Vaio recordó que los abogados defensores de Litoral Gas presentaron en su momento un recurso diciendo que no entendían el por qué las cinco personas de la empresa estaban procesadas y solicitaron que le tomaran nuevamente indagatoria, pero la Corte y la Cámara de Apelaciones de  Rosario se lo denegó, “entonces nos mandaron a la Corte Suprema de La Nación –añadió Vaio-  tribunal que luego se  expidió a favor del juicio oral y público para el año que viene, pero sin fecha”.

Hace pocos días el presidente de La Nación, Mauricio Macri,  estuvo en Pergamino haciendo el anunció de la quita de las retenciones a un gran sector de productores de campo, “entonces en lugar de hablarle decidí redactarle una carta. La hice a la madrugada sin querer aprovecharme por vivir en Pergamino, pero  entonces mientras Macri saludaba a todos y se sacaba fotos, sin dejar de saludar a nadie, cuando llegó a mí le dije: «soy la mamá de Santiago Laguía, mi hijo falleció en el edificio que explotó por la gran pérdida de gas de la calle Salta 2141», y le entregué la carta.

-¿Qué le dice en la carta al presidente?

-Hablé en nombre de todos los fallecidos, le dije que que todavía podíamos tener una esperanza para conseguir justicia. Le escribí contándole que teníamos una denuncia penal contra el ministro De Vido y el interventor de Enargas, Antonio Pronzato. También le recordé que cuando vino a Rosario fue el único que nos había atendido.Usted nos escucho”– le escribí en la carta- usted nos prometió pasarle nuestra causa a la diputada del Pro, Laura Alonso, quien ahora estará en la oficina de Anticorrupción. Alonso pidió un informe en la Cámara de Diputados, pero jamás le respondieron. Pero confiamos porque usted hizo algo” le expuse en  la carta. Y terminé la carta “pidiendo por favor que nos dieran lugar a pedir justicia”. Y también le entregué,  junto a mis palabras, una carta de mi hija que le escribió a su hermano cuyo encabezamiento es “Te me fuiste campeón”.