El 20% de las reacciones alérgicas ocurren en el colegio y de acuerdo con estudios médicos el 61% de las escuelas tienen por lo menos un niño con riesgo de anafilaxia.

Un informe de la Fundación CIDEA (Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias) alertó que los chicos «pasan más de la mitad del tiempo que están despiertos en el colegio o en dependencias anexas como campos de deportes, clubes, entre otras».

«El 15% de los niños de 13 a 14 años tiene diagnóstico de dos o más enfermedades alérgicas, tales como asma, eccema o rinitis alérgica. Y aproximadamente el 95% de los niños con alergia al maní o a las nueces, también tienen asma, eccema o rinitis», explicó el especialista.

Agregó que «además, la presencia de asma -si no está bien controlada- incrementa la gravedad de las reacciones por alimentos y esto predispone a crisis de mayor gravedad luego de la exposición accidental al alimento en cuestión».

En ausencia de estadísticas nacionales, cifras internacionales estiman que ocurre anafilaxia a una frecuencia de un episodio cada 10.000 niños por año y que el 82% de esos sucesos ocurren en edad escolar.

Para adultos y chicos en general, las admisiones hospitalarias por anafilaxia aumentaron siete veces en la última década.

El 61% de las escuelas tienen por lo menos un niño con riesgo de anafilaxia (con historia previa de anafilaxia o llevando adrenalina inyectable), y entre el 10 y el 18% de la alergia por alimentos o reacciones anafilácticas ocurren en el colegio.

Entre las causas más frecuentes que pueden llevar a un niño a un cuadro de reacción alérgica severo se encuentran:

– Alimentos.

– Medicamentos: generalmente que tomó en la casa antes de salir hacia el colegio, comúnmente antibióticos o antiinflamatorios.

– Picaduras de insectos.

Tipos de anafilaxias

Alergias a picaduras de insectos: En la Argentina es muy frecuente la presencia de abejas, avispas  y de hormigas en los campos de deportes y en muchos colegios.

Entre las medidas de prevención se cuentan la remoción de colmenas de las escuelas y alrededores, el depósito de basura en contenedores cerrados y eliminar las áreas de comida del interior de la institución, ya que algunas avispas son carnívoras (yellow jacket) y se aproximan rápidamente a las zonas donde hay alimento, especialmente carne.

– Asma, rinitis y ambiente escolar: Los niños en muchos colegios se exponen a polutantes interiores como insecticidas, querosene, formaldehído y otros productos volátiles de la combustión de estufas de gas, leña o carbón.

También quedan expuestos a alérgenos como ácaros, cucarachas, hongos y epitelios animales. Además, la mayoría de las construcciones tienen insuficiente ventilación, por lo que es común la exacerbación de asma o de rinitis en el ambiente escolar.

Algunos niños son alérgicos a pólenes, hongos como la alternaria o picaduras de  insectos (hormiga, abeja, avispa), por lo que sus problemas son más graves en los campos de deportes.

La exposición a alergenos del interior en guarderías, jardines y colegios es importante. Pueden variar en el tiempo, la localización y el tipo de aula.