En los últimos días Facebook fue protagonista de un escándalo que adquirió tal dimensión mundial, que hizo que peligre su existencia. La crisis fue tan intensa que se llegó a hablar del desplazamiento del jefe de seguridad de la compañía, Alex Stamos, hasta del cierre definitivo de Facebook.

La compañía quedó expuesta ante el mundo cuando se reveló que la consultora Cambridge Analytica, dedicada al análisis de datos, filtró información de 50 millones de usuarios de la red social, para realizar campañas segmentadas con un alto grado de precisión y así influir en los votantes.

En diálogo con Conclusión, Dardo Ceballos, director de Gobierno Abierto de la provincia de Santa Fe, encargado de llevar adelante estrategias digitales, y especialista en el tema, explicó que cualquier uso de una plataforma digital «implica compartir datos de nuestra vida privada con las grandes empresas, como por ejemplo: con quién hablamos, sobre qué temas, dónde compramos, dónde tomamos café, dónde trabajamos». «Toda esa información la estamos brindando todo el tiempo», señaló.

«Al hacer uso de cualquier aplicación de internet autorizamos que nuestra información sea utilizada para determinados fines», agregó el especialista. Sin embargo, en la mayoría de los casos, «todas esas huellas, rastros, y datos personales sobre nuestra vida privada son utilizados por las mismas empresas dentro de sus plataformas para «ofrecer» a sus anunciantes un contenido más personalizado», puntualizó.

Por otro lado, la compañía Facebook también autoriza a otras empresas el acceso a sus datos para determinados usos, pero en este caso, lo que hizo que el conflicto tomara tal relevancia es que la consultora  Cambridge Analytica, filtró los datos para favorecer a sus clientes, y así configurar campañas políticas dirigidas a tratar de redireccionar y manipular la intención de voto de esas personas.

“Con esos datos se construye un perfil ideológico, psicológico del usuario acerca de lo que piensan,a que adhieren, a que temen, y hasta muchas veces se hacen notas con contenido falso para tratar de manipular el voto de esas personas», destacó Ceballos. Es decir, que a partir de la creación de un perfil de votante, se personaliza el contenido que le llegará a través de internet.

Sin ir más lejos, Cambridge Analytical es señalada como la responsable de la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos. Asimismo Argentina trascendió también como otro de los países en los que la empresa habría operado, que aunque el especialista reconoció que «es incomprobable», manifestó que de haber sido así no puede haber sucedido mucho tiempo antes. «Este tipo de segmentación y de trabajo con base de datos y de volumen de usuario se podría haber utilizado para las elecciones 2013, 2015, 2017, antes de eso no, ya que era imposible llegar a ese nivel de tecnología disponible para hacer esa segmentación», remarcó.

Sin embargo Ceballos puntualizó que en la actualidad existen mucho este tipo de operaciones, «tal vez no con datos que se le roban a Facebook, pero sí con otros datos que se comercian en los mercados negros como base de datos de celulares, e emails, que se utilizan con los mismos fines políticos», y explicó que en este tipo de situaciones que suceden dentro de marcos virtuales, «hay un vacío legal de legislación».

En tal sentido destacó la importancia y necesidad «de regular la protección de datos privados, y de poner límites a empresas monopólicas». «En Argentina no hay regulación sobre este tipo de prácticas y sería interesantísimo que los poderes legislativos pudieran actuar, siempre teniendo en cuenta que hay que respetar la libertad de expresión en Internet. Pero es necesario que se empiece a discutir», concluyó.