El temporal que azotó la provincia de Córdoba como consecuencia de la crecida de distintos ríos en las últimas horas causó tremendos destrozos en distintas localidades. Hay lugares en los que llovió hasta 300 mm en 12 horas y Ascochinga, Jesús María, Juárez Celman, Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza son las zonas más comprometidas.

Relevamiento de puentes

Personal de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) trabaja revisando el estado en que se encuentran los puentes ubicados en las zonas afectadas por el temporal.

El gobernador cordobés José Manuel de la Sota precisó que hay puentes que están «descalzados», por lo que «se está haciendo un relevamiento para saber cuáles son los que pueden ser utilizados».

Asimismo, indicó que «anoche se suspendió el tránsito en cada puente hasta determinar cuáles son los transitables».

Debido a ello, fue interrumpida la circulación vehícular en el puente sobre el río Guanusacate, que une las localidades de Sinsacate y Jesús María, a unos 50 kilómetros al norte de la capital provincial sobre la ruta nacional 9.

Por estas circunstancias, el tránsito liviano es desviado por el Camino Real (de tierra) a través de la localidad de Sinsacate, en tanto que el tránsito pesado lo hace por la ruta provincial 17, por Villa del Totoral y el departamento Río Primero.

Trabajos de asistencia

El Gobierno nacional envió 17 vehículos, 123 efectivos de Gendarmería y del Ejército a los territorios afectados por las inundaciones, donde ya se registraron siete muertes, cuatro desaparecidos y debieron ser evacuadas más de 1.000 personas.

Fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación indicaron que Gendarmería logró controlar la zona en la que interviene y continúa trabajando gracias a la mejoría del clima.

«Anoche llamó el jefe de Gabinete (Jorge) Capitanich y puso a disposición los recursos que pueda tener el Estado nacional”, destacó De la Sota, y añadió que “ha sido de muchísima ayuda la presencia del Ejército Argentino y Gendarmería Nacional”.

Acciones solidarias

Varias organizaciones e instituciones se movilizan hoy para ayudar a los damnificados por el fuerte temporal de lluvia registrado ayer.

Las agrupaciones políticas y sociales nucleadas en Unidos y Organizados habilitaron más de una decena de centros para recibir donaciones que serán destinadas a las familias afectadas por las inundaciones en sus viviendas, en especial en la capital de Córdoba, y las sierras chicas como las localidades de Mendiolaza, Río Ceballos, Unquillo y Villa Allende.

Se solicita donaciones de colchones, frazadas, ropa, agua mineral, alimentos no perecederos y velas.

Por su parte, la agrupación estudiantil universitaria de La Bisagra también recibe donaciones en avenida Vélez Sarsfield 1251 de la ciudad de Córdoba; la murga ‘Descontrolados de Alberdi’ habilitó como lugar de recepción de donaciones en la llaza Jerómino del Barco (Colón al 2700); la Agencia Córdoba Deportes en el Estadio Kempes, previo al partido entre Belgrano y Nueva Chicago.

Asimismo, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) habilitará mañana, entre las 10 y las 18, un centro de recepción de donaciones en el Pabellón Argentina, ubicado en la Ciudad Universitaria.

En Villa Allende, en tanto, se reciben donaciones en el Centro de Evacuados de la Iglesia La Misión (Caseros 76); en Mendiolaza se habilitó el Salón Municipal Cacho Seguí (avenida Malvinas Argentinas 285); en Río Ceballos, Hotel 18 de Marzo (avenida San Martín 4246) y en Villa Carlos Paz la colonia artística organizó una jornada solidaria entre las 12 y las 20 en el Municipio.

Mendiolaza, una de las localidades más perjudicadas

El intendente de la localidad cordobesa de Mendiolaza, Daniel Salibi, confirmó que la tormenta dejó unas 280 viviendas «totalmente dañadas» y casi 400 personas fueron evacuadas a consecuencia del temporal.

«La verdad es que es una situación bastante complicada, es el día después de una catástrofe de una magnitud nunca vivida históricamente en nuestra ciudad«, graficó el intendente.

Salibi explicó que la tormenta comenzó a «la 1 de la mañana» y precisó que «en tan sólo 45 minutos llovieron 120 milímetros, que sumado a las 130 que habían llovido en un término de ocho horas hizo que colapsara todo».

«El arroyo que habitualmente tiene un ancho de entre cinco y seis metros pasó a tener un ancho de entre 30 y 40 metros, y nos pasó por arriba», sostuvo, y destacó que «la gente empieza a colaborar y a ponerse a disposición y eso ayuda a la situación».

Asimismo, destacó que «la prioridad son las familias, atender las necesidades básicas, y después empezar a ver cómo se van resolviendo las situaciones. No han quedado puentes ni pasarelas, ni siquiera la señalética vial», indicó.