Un estudio realizado por antropólogos de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, sobre 60 culturas de todo el mundo describe lo que cree que son siete reglas morales universales, en lo que constituye la encuesta intercultural de ese tipo más grande y completa jamás realizada.

El equipo del Instituto de Antropología Cognitiva y Evolutiva de Oxford analizó las cuentas etnográficas de ética de 60 sociedades, que comprenden más de 600.000 palabras de más de 600 fuentes.

Estudios anteriores habían analizado algunas de estas reglas en diversos lugares, pero ninguno las había evaluado todas juntas en una gran muestra representativa de sociedades, como la publicada ahora en Current Anthropology.

Para los investigadores quedó probado que la teoría de que la moralidad evolucionó para promover la cooperación y que, debido a que hay muchos tipos de cooperación, existen muchos tipos de moralidad.

Esas reglas son ayudar a la familia, colaborar con el grupo, devolver favores, ser valientes, respetar a los superiores, dividir los recursos de manera justa y respetar las propiedades de los demás, reportó hoy Europa Press.

Según esta teoría de la «moralidad como cooperación», la selección de parientes explica por qué sentimos un deber especial de cuidar a nuestras familias y por qué aborrecemos el incesto.

El mutualismo explica por qué formamos grupos y coaliciones (hay fuerza y seguridad en los números) y, por lo tanto, por qué valoramos la unidad, la solidaridad y la lealtad.

La investigación encontró, primero, que estos siete comportamientos cooperativos siempre se consideraban moralmente buenos. Segundo, hallaron ejemplos de ésto en casi todas las sociedades y, de manera crucial, no hubo casos contrarios: ninguna los considerara moralmente malos.

Y tercero, esos comportamientos se observaron con igual frecuencia en todos los continentes; no eran propiedad exclusiva de ‘Occidente’ o de cualquier otra región. Entre los amhara de Etiopía, «rechazar las obligaciones hacia la familia es considerada como una desviación vergonzosa, que indica un carácter malvado».

«Esperamos que esta investigación ayude a promover el entendimiento mutuo entre personas de diferentes culturas; una apreciación de lo que tenemos en común, y cómo y por qué somos diferentes», concluyó Curry.