Como cada 2 de febrero, hoy se conmemora el Día Internacional de Los Humedales. ¿Por qué el 2 de febrero? La fecha se celebra desde 1997 en conmemoración de la firma del primer tratado internacional sobre conservación y uso racional de los humedales. Un humedal es una zona de la superficie terrestre que está inundada (temporal o permanente), regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan.

Son ecosistemas que brindan una enorme cantidad de beneficios ambientales, entre los que se encuentran: el albergue de biodiversidad, la captación de nutrientes y contaminantes del agua, el abastecimiento de agua dulce y la amortiguación de inundaciones, entre muchos otros. También cumplen un rol importante respecto al cambio climático, tanto para los procesos de mitigación como para los procesos de adaptación.

Te puede interesar: Por tercera vez, no se trató y la Ley de Humedales perdió estado parlamentario

Rosario se encuentra inmersa entre humedales, a orillas del río Paraná y rodeada de cursos de agua, como los arroyos Ludueña y Saladillo. Estas características hacen que sea un escenario rico en biodiversidad y cuenta con amplios beneficios ambientales para los rosarinos.

Sin embargo, desde hace algún tiempo la ciudad atraviesa una disminución del nivel del río Paraná acentuando, según diferentes escenarios planteados por el Instituto Nacional del Agua (INA), la escasez del recurso natural. Por lo tanto, es imprescindible modificar hábitos diarios en casa para reducir el consumo desmedido de agua potable.

En ese contexto, es importante preguntarse qué podemos hacer para cuidar los humedales. A continuación, un decálogo de buenas prácticas para el uso responsable del agua para colaborar a proteger los humedales de nuestra zona:

Uso responsable del agua

En la rutina diaria, se llevan a cabo una gran cantidad de acciones que requieren del uso y consumo de agua:

  • Ducha: una ducha de 20 minutos implica un gasto de 200 litros de agua. Si lo hiciéramos en la  mitad del tiempo, ahorraríamos 100 litros. Si la ingesta indicada por persona es 2 litros de agua por día, esta pequeña acción impactaría de forma tal que 50 personas podrían hidratarse.
  • Descargas de inodoro: implican grandes derroches de agua, sobre todo aquellos que son más antiguos o que funcionan con válvula de descarga. En estos casos, se recomienda colocar dentro de la mochila del inodoro una botella con agua y arena, con el objetivo de minimizar el volumen de agua en la misma.
  • Lavarropas: Se recomienda minimizar la cantidad de lavados por semana, usar ciclos cortos de lavado y siempre con carga completa.
  • Lavado de manos y platos: por cada minuto que dejamos abierta la canilla se calcula que se desperdician 6 litros de agua. La solución es cerrar la canilla cuando no la utilizamos.
  • Lavado de autos/veredas: Para estos casos particulares es aconsejable el uso de baldes.
  • Baño de mascotas: Se recomienda utilizar recipientes para recargar.
  • Riego de plantas: es conveniente juntar agua de lluvia y aprovecharla por varios días.
  • Uso de mangueras: La sugerencia es utilizar accesorios que posibiliten el corte de agua.
  • Pérdidas y goteras: el buen funcionamiento de las instalaciones dentro del hogar es clave para evitar pérdidas de agua innecesarias.
  • Piletas de natación: Con la dosificación diaria de hipoclorito de sodio (lavandina) o con una pastilla de cloro sólido podemos conservarla en adecuado estado por varios días. Además, se recomienda utilizar algún tipo de cubierta para que el agua no se ensucie.

Plan de Acción Climática Rosario 2030

El Plan de Acción Climática Rosario 2030, para reducir los efectos del cambio climático, se plantea la recuperación de las cuencas del arroyo Ludueña y del Saladillo y el Plan de adecuación de desagües y cloacas.

Se trata de una herramienta de planificación estratégica que permite optimizar la gestión de recursos, promoviendo el uso de energías limpias e impulsando la eficiencia energética, la movilidad sostenible y la economía circular. Busca, además, generar una comunidad ambiental activa, fomentando acciones conjuntas con los diferentes actores de la ciudad.

Rosario es una ciudad responsable frente al cambio climático que trabaja para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y para preservar la salud de las personas y los ecosistemas, con el involucramiento de la ciudadanía.