Según el parte médico brindado por Andrea Becherucci, directora del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), el chofer de la línea K baleado este jueves se encuentra con asistencia mecánica ventilatoria y fue operado durante la noche por un sangrado.

La balacera al conductor de la línea K sucedió en Mendoza y Méjico cerca de las 19 horas, cuando personas que no fueron identificaron abrieron fuego contra el chofer.

El colectivero tuvo un ingreso de proyectil en la parte preauricular del lado derecho y produjo una lesión transfixiante a nivel de la primera vértebra cervical. «Esto provocó lesiones vertebrales y cerebrales bajas. La bala sigue en una parte blanda, en la zona casi por fuera de los músculos. Eso no es en este momento un problema, lo problemático son las lesiones que produjo en el trayecto del proyectil» indicó Becherucci.

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El hombre de 39 años fue trasladado de inmediato al Heca. “Durante la noche, el paciente presentó un sangrado y se le tuvo que realizar una intervención quirúrgica vascular en la zona del orificio de entrada del proyectil”.

El resultado de la operación fue satisfactorio y luego de la misma retornó nuevamente a la unidad de terapia intensiva. “Allí continúa en asistencia mecánica ventilatoria, sostenido hemodinámicamente con drogas inotrópicas, que son drogras para mantenerle su presión. Encontrándose más estabilizado con respecto al día de ayer”.

«Es una persona joven, sana y esto nos permite, primero, de que haya salido del paro con el cual ingresó, porque tengan en cuenta que es un paciente que ingresó en un paro cardiorespiratorio, del cual tras la reanimación pudo salir. Esto es porque es un paciente joven y esto nos va permitiendo que las lesiones que puedan seguir apareciendo a consecuencia de la evolución lógica de la lesión inicial, las podamos ir tratando de manera oportuna a medida que vayan apareciendo», agregó la médica.

En cuanto al estado del paciente detalló que «está muy crítico y hay que hablar de su evolución minuto a minuto», concluyó.