Un colectivero fue baleado en la cabeza durante la tarde de este jueves y se encuentra en grave estado. El chofer fue derivado de urgencia al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) con heridas de arma de fuego en el cráneo. Desde el 13 de febrero hasta la fecha ya son cuatro choferes asesinados en Rosario.

Por el ataque, el gremio de la UTA definió una medida de fuerza por tiempo indeterminado. Cabe señalar que los taxis también se encuentran de paro por los asesinatos de dos conductores en las últimas horas.

La balacera al conductor de la línea K sucedió en Mendoza y Méjico cerca de las 19 horas, cuando personas que no fueron identificaron abrieron fuego contra el chofer, impactándole en la cabeza.

Según testigos, un joven paró el colectivo y al acercarse la unidad, disparó contra el chofer en dos oportunidades. Luego, se retiró sin ser identificado. Además, personas que se encontraban en el lugar comentaron que la ambulancia de Sies demoró cerca de veinte minutos.

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El hombre, de 39 años, llegó al Heca «inestable», confirmaron fuentes del hospital. El conductor «presentaba un paro cardio respiratorio, se lo reanimó durante 17 minutos, pero continúa inestable«, agregaron.

En las últimas 48 horas dos taxistas fueron asesinados en lo que se presume distintos mensajes mafiosos hacia la dirigencia política. Por esta razón, choferes de taxi realizaron una medida de fuerza en reclamo de seguridad.

A su vez, en la madrugada de este jueves, un colectivo de la línea 122 bandera roja que circulaba por calle Cerrito fue interceptado entre Brasil y México por dos ocupantes de una moto, que le efectuaron tres disparos al micro. El vehículo presentaba un impacto en la puerta delantera, otro en el lateral delantero derecho y el tercer disparo no impactó. No hubo lesionados.

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Meses atrás había ocurrido un hecho similar, cuando el colectivero César Roldán fue asesinado a balazos en Eva Perón y Cullen. El episodio tuvo lugar en la tarde del sábado 2 de diciembre. La metodología fue parecida, un hombre paró el colectivo y cuando la unidad abrió la puerta baleó al chofer.

Ciudad sitiada

En los últimas tres semanas, cuatro choferes de taxi fueron asesinados. Diego Alejandro Celentano, de 32 años, recibió en la noche del miércoles cinco disparos en Alvear y Garmendia. Un día antes, Héctor Figueroa fue asesinado por sicarios en otra emboscada en la noche del martes, con un ataque de nueve tiros.

Al lado de los vehículos de las víctimas se incautó una zapatilla en lo que, se presume, un mensaje mafioso. Además, el fiscal Patricio Saldutti confirmó que las vainas servidas encontradas en el lugar pertenecen a la Policía de Santa Fe.

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Los anteriores choferes asesinados fueron Jose Luis Assale, de 63 años, quien el 13 de febrero fue baleado en Necochea y Doctor Riva con diez disparos; mientras que tres días después, Juan Manuel Britos fue atacado con 29 disparos cuando limpiaba su auto en la puerta de su casa en Villa Banana.

Britos, además, había tenido custodia policial en la puerta de su casa por dos ataques a tiros ocurridos en febrero del año pasado al ser amenazado por bandas narco para dejar su domicilio.

Los asesinatos se dan luego de que el Gobierno de la provincia de Santa Fe endureciera las condiciones de detención para presos de alto perfil, con el fin de eliminar el contacto con el exterior para, de esta forma, no poder organizar crímenes desde el interior de la cárcel. Es por eso que se presume que los hechos de violencia extrema se dan en respuesta a esta situación.