La Comisión Ejecutiva de la CEA se refirió a la realidad que atraviesa el país, llamando a las autoridades a la fraternidad política y a una responsabilidad que vaya más allá de los propios intereses.

En ese marco, los obispos que integran la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina se pronunciaron acerca de esos tres bienes que simbolizan muchos otros bienes, y llamaron a la «fraternidad política» para buscar «soluciones honestas» que prescindan del uso clientelar de la necesidad de la gente.

Los obispos señalaron, que «pedir por el trabajo es pedir que todos los trabajadores y trabajadoras tengan derecho a vivir dignamente del fruto de sus esfuerzos cotidianos y a desplegar sus potencialidades y talentos para aportar al crecimiento de nuestra Patria».

Expresaron «¿Cómo no pedir a San Cayetano que todos los varones y las mujeres de buena voluntad puedan vivir dignamente del fruto de su trabajo?», plantearon.

Agregaron «Peregrinos de San Cayetano, también suplicamos el pan de cada día, como nos enseñó Jesús. El pan que alimenta nuestra vida y que diariamente se hace más inalcanzable a causa de la inflación asfixiante que padecemos y que genera miseria», advirtieron.

Agregó el CEA «¿Cómo no pensar en la cantidad creciente de hermanos y hermanas que se acercan cotidianamente a los comedores, en los adultos mayores que no pueden comprar sus medicamentos, en las familias cuyos ingresos son cada vez más insignificantes?», enumeraron.

Y recordando una canción, citaron: «no es posible morirse de hambre en esta tierra bendita del pan», asegurando que «el pan que se pide para todos, el que se logra con el propio trabajo, es un clamor de justicia».

Por otra parte, pidieron también «el pan de la fraternidad, porque el pan no se come en soledad, se comparte en la mesa de familia, en comunidad», señaló la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina