El presidente del Consejo regional del culto musulmán de la región de Alta Normandía, Mohammed Karabila, encargado de la mezquita de la ciudad de Etienne-du-Rouvray, se definió “horrorizado por la muerte de mi amigo”, el sacerdote Jacques Hamel, este martes en la iglesia. Llevaba ya diez años retirado y en busca de una mayor tranquilidad tras más de 50 años al servicio de la Iglesia había solicitado instalarse en la parroquia de Saint Etienne du Rouvray.

image_content_general-editado

Mohammed Karabila, imam de Saint-Etienne-du-Rouvray (primero de la izquierda)

Dos individuos con arma blanca perpetraron el ataque contra la iglesia de la pequeña ciudad de Normandía, realizando una arenga, matando al sacerdote e hiriendo gravemente a otra persona.

“Todas nuestras oraciones son para su familia y la comunidad católica” declaró el líder musulmán de la mezquita construida en el año 2000 en un terreno ofrecido por la parroquia católica de la ciudad.

Refiriéndose al sacerdote señaló: “Es alguien que dio su vida por los demás. En la mezquita estamos anonadados” añadió. El sacerdote y el imán se conocían bien y habían tenido diversos encuentros, “desde las intervenciones públicas hasta en las salas de fiestas”, dijo. “Nosotros eramos parte de un comité interconfesional fundado hace 18 meses. Nosotros debatíamos sobre religión convivencia juntos”, añadió.

Según el periódico Paris-Normadie, uno de los comités se reunió en diciembre del año pasado, en el que participaron unas doscientas personas, creyentes o no, sacerdotes, rabinos, musulmanes, militantes, asociaciones de barrio, reflexionaron sobre la idea de “vivir juntos”.

“Hace 18 meses iniciaron a atacar a los civiles y ahora ellos apuntan a los símbolos religiosos y toman como pretexto nuestra religión. Esto no es posible” dijo.

Hamel-editado

Jacques Hamel

El padre Hamel, tenia 86 años, nació en Darnétal (región alta de Normandía) en el año 1930. Fue ordenado sacerdote en 1958, y hace ocho años celebró sus cincuenta años de servicio a la Iglesia.

Llevaba ya diez años retirado y buscando mayor tranquilidad tras más de cincuenta años de servicio a la Iglesia había solicitado instalarse en la parroquia de Saint Etienne du Rouvray, donde sustituía durante una temporada al párroco oficial, Auguste Moanda-Phuati.

Los feligreses de la parroquia han expresado su tristeza y desconcierto. Según el diario L’Express, uno de ellos ha señalado que Jacques era un hombre que “asumió sus funciones hasta el final” y que “era un buen sacerdote al que todos conocían mucho”.

Un sacerdote querido por todos

El arzobispo de Ruán, Dominique Lebrun, abandonará hoy la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia para volver a su diócesis en Normandía tras el asesinato del sacerdote.

“Esta noche estaré en mi diócesis, con las familias y la comunidad parroquial, que están en estado de shock”, ha dicho Lebrun desde Cracovia, donde hoy comienza la JMJ.

“La Iglesia católica no puede esgrimir unas armas distintas de las de la oración y la fraternidad entre los hombres”, ha añadido el arzobispo. “Pido a los jóvenes aquí presentes, que no cedan a la violencia y se conviertan en apóstoles de la civilización del amor”, ha concluido Dominque Lebrun, que también ha invitado a los no creyentes a sumarse al llanto por esta tragedia.

En declaraciones a RTL, el párroco de Saint-Etienne-du-Rouvray, Auguste Moanda-Phuati, comenta que “en mi ausencia era él quien oficia un poco en la iglesia. Era un sacerdote valiente para su edad. Los padres tienen el derecho de retirarse a partir de los 75 años pero él se sentía todavía fuerte”.

También quiso expresar su consternación: “No podía imaginar que tal cosa nos podría pasar a nosotros, nunca hemos recibido ninguna amenaza”.

Al igual que el resto de feligreses, Auguste ha señalado que “a pesar de su avanzada edad, el padre Hamel todavía seguía sirviendo a los demás”.