Por Alejandro Maidana

La provincia de Entre Ríos, como gran parte del territorio nacional, viene sufriendo los azotes de un modelo productivo impiadoso a la hora de imponer su paquete tecnológico, con imprescindible anclaje en los agrotóxicos. La ruralidad ha mutado de manera escandalosa, la biodiversidad, los olores, colores y sabores, fueron desalojados para abrirle paso a un monocultivo que trajo consigo un puñado de contundentes pestilencias.

Un país que concentra casi el 93% de su población en ciudades y grandes pueblos, obligada en gran parte a migrar del campo por lo expulsivo del modelo, no puede resolver el problema del hambre, la nutrición y el acceso a una alimentación saludable ¿Por qué? Sencillamente porque su matriz agroexportadora necesita de commodities, bienes transables y los «daños colaterales» son parte de un juego que desnuda la inviabilidad de sus prácticas a la hora de debatir la construcción colectiva de una Argentina equitativa.

Los efectos de lo agrotóxicos en la salud de los niños son evidentes y están demostrados por minuciosos estudios tanto científicos como epidemiológicos, allí se explicita como en los pueblos agrícolas más del 40 % de los niños tienen síntomas de asma, sobre todos en los meses de aplicación de agrotóxicos. Esto se acrecienta principalmente en los meses de octubre, noviembre y diciembre, cuando en las ciudades grandes como Rosario, Córdoba, Mar del Plata o Buenos Aires, solo el 12% de los niños sufren cuadros asmáticos.

>Te puede interesar: La Coordinadora Basta es Basta apela a la Corte Suprema para frenar los agrotóxicos en Entre Ríos

Mientras la genta esta entretenida en el mundial nuevamente se presenta en Entre Ríos un proyecto regresivo, tramposo y contradictorio que busca legitimizar la utilización de venenos en la producción agroindustrial, en perjuicio del cuidado de la salud y el ambiente. Postergado este debate desde el inicio de la gestión, el Gobernador Bordet elige el momento más difícil del año tratando de evitar el análisis y debate que corresponde. La postura de la “mesa de Buenas prácticas agrícolas”; no responde al sentir del conjunto social entrerriano.

Este Proyecto para las supuestas Buenas Prácticas Agrícolas que propone Bordet, no cumple con los requisitos del Acuerdo de Escazú, que establece acceso a la información, participación pública y acceso a la justicia en asuntos ambientales; no se ajusta a los principios del Derecho Ambiental, no reconoce al uso de agrotóxicos como una actividad peligrosa para el ambiente y la salud. Cabe destacar que tampoco involucra al Ministerio de Salud cuando se trata prioritariamente un tema de salud pública.

El Gobierno Provincial pretende actualizar el cuestionado y judicializado marco legal vigente para el uso de agrotóxicos en Entre Ríos; La ley Provincial de Plaguicidas Nª 9780 del año 1980; y propone un proyecto laxo y regresivo que no corresponde al actual y delicado escenario ambiental y sanitario de la provincia; menospreciando los datos duros publicados por el mismo estado. La agroindustria es la única industria que está exceptuada de tener controles ambientales cómo las demás actividades contaminantes. Siendo que además es la principal causa de contaminación de ríos, arroyos y humedales.

Apelamos a que nuestra legislatura provincial no sean meros operadores que representen intereses empresariales concentrados; y que livianamente impulsen normativas permisivas que sigan lesionando la salud pública y sigan sosteniendo un modelo concentrado; extractivo; que agota la fertilidad del suelo y carga de tóxicos nuestros cursos de agua. Un modelo que ha dejado excluidos a un tendal de pequeños productores; y que arraso nuestro monte nativo (quedando solo un 4% del mismo); monte que nos garantizaba el ciclo del agua y que nos protegía del calentamiento global”, sostuvieron desde la coordinadora Basta es Basta.

>Te puede interesar: Los gurises entrerrianos siguen siendo rehenes de la desidia

INTA confecciono un informe con importantes datos: “La Argentina se caracteriza por tener un importante consumo anual de productos de síntesis química para la producción agrícola, de origen nacional o importados. En los 36 millones de hectáreas cultivadas, se utilizan 230 millones de litros de herbicidas y 350 millones de litros de otros tipos de agroquímicos. Los envases necesarios para su comercialización generan unas 17 mil toneladas de polietileno cada año, el volumen de productos químicos utilizados, que ha superado los 500 millones de kilogramos en los últimos años, un promedio de 13 kg por hectárea, en Argentina diversos estudios detectaron la presencia de fitosanitarios en aire, aguas superficiales, subterráneas y de lluvia, suelos agrícolas y en áreas urbanas y periurbanas”

Po último, desde la Coordinadora por una Vida sin Agrotóxicos Basta es Basta dejarpn un claro mensaje y posicionamiento en torno a una situación que exaspera y amplifica el grado de incertidumbre y dolor que atraviesa al pueblo entrerriano.” Exigimos a las y los Legisladores que cumplan con su deber de legislar para la salud de las generaciones presentes y futuras. Basta de política extractivista”.