Un trabajador muere cada 15  segundos por accidentes de trabajo o enfermedades profesionales,  donde los sistemas más expuestos son la piel y el aparato  respiratorio, según datos de la Organización Internacional del  Trabajo (OIT).

Las enfermedades respiratorias son generalmente relacionadas  con las condiciones medioambientales, los cambios climáticos y  las diferentes estaciones, pero no son los únicos disparadores,  ya que cualquier elemento que se inspire (humo de soldaduras  entre otros, productos químicos, polvos, etc.) puede afectar las  vías respiratorias y causar daños irreparables.

Según la OIT, cerca de dos millones de personas mueren  anualmente por enfermedades profesionales, 321.000 por accidentes  de trabajo y 160 millones sufren enfermedades profesionales no  mortales.

El ambiente laboral es un factor de riesgo para los  trabajadores que se encuentran expuestos a gases, humos,  sustancias químicas, polvos orgánicos (provenientes del polvo de  cereal, algodón, hongos de mohos de queso, pieles de astracán y  zorro) y polvos inorgánicos (presentes en profesiones como la  minería, construcción, moldeadores, fundición y fabricas de  vidrio, cerámica y arcilla).

Los sistemas más expuestos de un trabajador son la piel y el  aparato respiratorio. Sin las correctas condiciones de control de ingeniería  laboral, ventilación, extracción y/o protección personal  respiratoria apropiada, estos agentes, presentes en el hábitat  laboral, pueden lesionar al aparato respiratorio.

Algunas de las afecciones que pueden causar son: bronquitis  crónica, enfisema, asma, neumonitis por hipersensibilidad,  fibrosis y hasta cáncer de pulmón y pleura.

Muchas de estas enfermedades son de larga latencia, es decir  suelen iniciar su sintomatología después de 20 años de  exposición, pudiendo ya estar retirado del agente causal,  y  hasta ya no existir la empresa donde se generó su enfermedad.

¿De qué depende que un empleado se enferme en su trabajo? Entre las causas que generan enfermedades en el ámbito laboral se encuentran el tiempo de exposición,  toxicidad del riesgo, condiciones en que expuso, susceptibilidad individual.

Es necesario tener un diagnostico oportuno, para ser alejado del riesgo y  tratado convenientemente.  El desconocimiento de una posible toxicidad de los materiales,   la inadecuada información a los trabajadores sobre herramientas  de protección, el incumplimiento de los exámenes de salud  periódicos a los trabajadores, y la falta de controles  eficientes, dificulta el diagnostico y apropiado manejo de estas  enfermedades.

Las enfermedades respiratorias originadas por accidentes o  enfermedades del trabajo son prevenibles y, si no se toma  conciencia de ello, lamentablemente pueden causarle al trabajador  severas discapacidades y hasta provocarle la muerte.

El trabajador que debute con asma en la adultez o EPOC, sin  haber fumado, y haya tenido trabajos de riesgo (agricultor,  cuidador de aves, pintor, soldador, empleados de industria  química, gremio de construcción, minería, canteras, entre otros)  debe estar atento ya que puede tratarse de una  enfermedad profesional y aunque el tratamiento farmacológico sea  el mismo, su manejo es diferente.

Asesoró la doctora Raquel Irene Pendito, Médica (MP 12760),   especialista en neumonología y medicina del trabajo, coordinadora  de la sección ocupacional de la Asociación Argentina de Medicina  Respiratoria (AAMR), docente en el Posgrado de Medicina del  Trabajo de la UNC.