El Día de los Trabajadores es una fecha que se conmemora en casi todos los países del mundo y rememora las luchas obreras que se sucedieron a fines del siglo XIX en reclamo de la jornada laboral de 8 horas. Esta pelea, que se extendió a lo largo de varios años, tuvo su punto de inflexión en 1886, en Estados Unidos, tras las multitudinarias huelgas que culminaron con la ejecución de quienes pasaron a la historia como «Mártires de Chicago». ¿Qué fue lo que ocurrió entonces?

En medio del auge de la segunda revolución industrial, las condiciones de las trabajadoras y  trajadores en todo el mundo eran inhumanas. Hacia fines de la década de 1880, las jornadas laborales se extendían entre 16 y 18 horas diarias, sin descanso ni fines de semana. Hombres, mujeres y niños trabajaban de lunes a lunes, en fábricas sin luz natural ni ventilación, por sueldos miserables. 

La ciudad de Chicago era, en aquellos años, uno de los principales polos industriales de Estados Unidos y la mayor parte de su población eran obreros. Así se convirtió en el epicentro de las protestas obrerasde 1886. El 1º de mayo de ese año, con la consigna «8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas para la recreación» se convocó a una gran huelga que tuvo su epicentro en Chicago, a la que se sumaron entre 35.000 y 40.000 trabajadores. Se estima que unas 80.000 personas salieron a las calles para ser parte de las movilizaciones.

Las protestas se extendieron, y en la tercera jornada, una refriega en la planta cosechadoras McCormick entre los huelguistas y los «esquiroles» terminó con una brutal represión y la policía disparando contra los trabajadores. La violencia policial indignó a los obreros que convocaron a una movilización en el corazón comercial de Chicago, la plaza de Haymarket.

Alrededor de 3.000  personas concurrieron a la plaza y, cuando ya se retiraban pacíficamente, cerca de 200 policías irrumpieron en ella, casi al mismo tiempo que alguien arrojó una bomba de fabricación casera. El explosivo acabó con la vida de 7 agentes e hirió a otros 60. La respuesta policial fue inmediata y sangrienta la jornada terminó con varios civiles muerto y decenas de detenidos.

Los mártires de Chicago

El 21 de junio de 1886, 31 personas fueron enjuiciadas por los hechos de la plaza Haymarket, aunque nunca se estableció a ciencia cierta quien arrojó la bomba.Finalmente fueron ocho los condenados de instigar los hechos de violencia: entre ellos había empleados textiles, pastores, tipógrafos y redactores de periódicos obreros.

Cinco eran inmigrantes alemanes: August Spies, Louis Lingg, Michael Schwab, George Engel y Adolph Fischer.  Samuel Fielden habia nacido en Inglaterra y Oscar Neebe, y Albert Parsons eran estadounidenses.

El juicio fue una farsa, y actualmente, es considerado como uno de los peores procesos judiciales de la historia de Estados Unidos. Sin pruebas que los inculparan,  más allá de su filiación política y de los testimonios de policías y personas sobornadas, fueron declarados culpables y siete de ellos condenados a muerte.

Posteriormente, el Tribunal Supremo conmutó la pena capital  a Fielden y Schwab por una condena a cadena perpetua.Los cinco restantes, que pasaron a la historia como los «mártires de Chicago», fueron condenados a morir en la horca: George Engel (50 años), Adolph Fischer (30 años), Albert Parsons (39 años), August Vincent Theodore Spies (31 años) y Louis Lingg (22 años). A excepción de Parsons, todos eran alemanes. 

Un día antes de que se ejecutara la sentencia, el 10 de noviembre de 1887, Louis Lingg  se suicidó en su celda, con un explosivo aunque muchos sostuvieron la hipótesis de un asesinato.  Al día siguiente, el 11 de noviembre, Engel, Fischer, Parsons y Spies fueron ejecutados.

El 1º de mayo

El 14 de julio de 1889, el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, reunido en París, estipuló el 1º de mayo como homenaje a los Mártires de Chicago y como jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores.

Con ese objetivo, se resolvió realizar una manifestación internacional para el 1º de mayo del año siguiente, convocando a las organizaciones obreras de todo el mundoa sumarse desde sus respectivos países.

El 1º de mayo de 1890 se realizó una de las más poderosas manifestaciones de trabajadores, que se extendió por todo el mundo. Hubo huelgas y actos y, en América Latina, se conmemoró en tres países, Argentina, Uruguay  y Cuba.

En Argentina, el 1º de mayo como Día de los Trabajadores se instituyó en 1930, por decisión del entonces presidente Hipólito Irigoyen. Los considerandos justificaban que es universalmente tradicional consagrar ese día como descanso al trabajo.

En 1947, se realizó la primera conmemoración bajo el gobierno de Juan Domingo Perón, con discursos del secretario general de la CGTEva Perón y el entonces presidente. Los trabajadores celebraron la ampliación de derechos sociales del gobierno peronista, que promovía condiciones dignas y justas de trabajo.