El Papa Francisco publicó su mensaje con motivo de la 50º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2016. El texto lleva por título:  “Comunicación y misericordia: un encuentro fecundo”.  El comunicado, que tiene como ejes centrales los modos de comunicación tanto personal como digital y la búsqueda de la misericordia entre las personas, expresa: «La comunicación debe crear puentes, favorecer el encuentro y la inclusión». También se refirió a la comunicación digital y las redes sociales: “no es la tecnología la que determina si la comunicación es auténtica o no, sino el corazón del hombre y su capacidad para usar bien los medios a su disposición”.

En su mensaje, el Santo Padre reflexionó sobre la llamada que todos tenemos a comunicar y cómo hacerlo «con el corazón y los gestos animados por la caridad, por el amor divino». «Lo que decimos y cómo lo decimos, cada palabra y cada gesto debería expresar la compasión, la ternura y el perdón de Dios para con todos. El amor, por su naturaleza, es comunicación, lleva a la apertura, no al aislamiento», expresa el mensaje de Francisco.

El texto más adelante, continúa diciendo: «La comunicación tiene el poder de crear puentes, de favorecer el encuentro y la inclusión, enriqueciendo de este modo la sociedad. Es hermoso ver personas que se afanan en elegir con cuidado las palabras y los gestos para superar las incomprensiones, curar la memoria herida y construir paz y armonía».

A lo largo de su misiva, Francisco se refirió en varios pasajes a la cuestión de la misericordia de unas personas hacia otras, «en todos estos casos la misericordia es capaz de activar un nuevo modo de hablar y dialogar». comentó el Papa. Para graficar la idea, incluso citó un fragmento de «El mercader de Venecia», de William Shakespeare: «La misericordia no es obligatoria, cae como la dulce lluvia del cielo sobre la tierra que está bajo ella. Es una doble bendición: bendice al que la concede y al que la recibe».

Francisco no es una persona ajena a las nuevas tecnologías de la comunicación y su impacto a nivel global. Por eso, le dedicó una parte importante de su comunicado a este tema. «Los correos electrónicos, los mensajes de texto, las redes sociales, los foros pueden ser formas de comunicación plenamente humanas.

No es la tecnología la que determina si la comunicación es auténtica o no, sino el corazón del hombre y su capacidad para usar bien los medios a su disposición. Las redes sociales son capaces de favorecer las relaciones y de promover el bien de la sociedad, pero también pueden conducir a una ulterior polarización y división entre las personas y los grupos. El entorno digital es una plaza, un lugar de encuentro, donde se puede acariciar o herir, tener una provechosa discusión o un linchamiento moral.

El argentino además, hizo alusión al concepto de ciudadanía: «En red también se construye una verdadera ciudadanía. El acceso a las redes digitales lleva consigo una responsabilidad por el otro, que no vemos pero que es real, tiene una dignidad que debe ser respetada. La red puede ser bien utilizada para hacer crecer una sociedad sana y abierta a la puesta en común», comentó el Obispo de Roma.

En su mensaje, el Papa también se refirió a quienes piensan la misericordia es idealista o excesivamente indulgente. Para eso, Francisco apeló a una metáfora entre la sociedad y una familia: «Los padres nos han amado y apreciado más por lo que somos que por nuestras capacidades y nuestros éxitos… su amor nunca está condicionado por el alcance de los objetivos.

La casa paterna es el lugar donde siempre eres acogido. Quisiera alentar a todos a pensar en la sociedad humana, no como un espacio en el que los extraños compiten y buscan prevalecer, sino más bien como una casa o una familia, donde la puerta está siempre abierta y en la que sus miembros se acogen mutuamente«.

El Papa invita además a superar la lógica que separa netamente los pecadores de los justos, porque los gestos duros y moralistas corren el riesgo de hundir más a quienes querríamos conducir a la conversión y a la libertad.

Por otra parte, Francisco destacó la importancia de la escucha en la comunicación y se adentró en la diferencia entre escuchar y oír. «Comunicar significa compartir, y para compartir se necesita escuchar, acoger. Escuchar es mucho más que oír. Oír hace referencia al ámbito de la información; escuchar, sin embargo, evoca la comunicación, y necesita cercanía. La escucha nos permite asumir la actitud justa, dejando atrás la tranquila condición de espectadores, usuarios, consumidores», resaltó el Sumo Pontífice.

 

Consejo para políticos, dirigentes y comunicadores

Además, Francisco se encargó de aconsejar a quienes tienen responsabilidades institucionales, políticas y de formar opinión pública a que «estén siempre atentos al modo de expresase cuando se refieren a quien piensa o actúa de forma distinta, o a quienes han cometido errores. Es deseable que también el lenguaje de la política y de la diplomacia se deje inspirar por la misericordia, que nunca da nada por perdido. Es fácil ceder a la tentación de aprovechar estas situaciones y alimentar de ese modo las llamas de la desconfianza, del miedo, del odio. Se necesita, sin embargo, valentía para orientar a las personas hacia procesos de reconciliación«, dijo Francisco.

 

Por último, Francisco cerró su mensaje brindando una certera definición sobre lo que para él es la comunicación: «Me gusta definir este poder de la comunicación como ‘proximidad’… En un mundo dividido, fragmentado, polarizado, comunicar con misericordia significa contribuir a la buena, libre y solidaria cercanía entre los hijos de Dios y los hermanos en humanidad”.