Cada vez son más los chicos de entre 11 y 14 años que se suman al mundo freestyle, una rama del hip hop, en la que se arman duelos en los que se compite por ver quien rapea mejor, y a partir de rimas improvisadas logra dejar al contrincante sin palabras.

«Antes uno de chio quería ser futbolista, ahora quieren ser raperos», contó a un diario porteño, uno de los padres de los chicos.

Para Marcos Miranda, productor de rap, «es una locura lo que se está viviendo en las plazas», porque se sumó «un nuevo público de niños que antes no existía». Asimismo, destacó que las convocatorias suelen realizarse a través de redes sociales y son tantos los que se anotan que quedan cerca de 200 chicos afuera de cada campeonato.

Movida

El freestyle comenzó a pisar fuerte en Argentina a partir de 2010, con el movimiento Halabalusa, en la zona sur del conurbano bonaerense.

En este sentido, al organizar batallas gratuitas en plazas públicas,  y al avista de todos, los movimientos se fueron acercando a la cultura del hip hop ya otros públicos que dejaron de relacionarla con lo callejero y lo marginal.

Asimismo, los raperos coinciden en que el freestyle se volvió muy atractivo porque no se necesita ningún elemento, más que el propio ingenio.

«Acá en Argentina hay mucho nivel, porque la personalidad del argentino es muy competitiva. Los chicos que la pegan pasaron a firmar autógrafos,a tener un sueldo, les están pasando cosas que le pasan a los futbolistas», comentó otro de los padres.