Los restos fósiles de un gliptodonte que pertenecen a una megafauna de hace 10 mil años fueron encontrados por trabajadores municipales en una barranca del río Paraná, en la costa de la ciudad de San Lorenzo, en el sur de Santa Fe.

Los restos fueron hallados por personal municipal en una barranca, a la altura de la bajada de calle San Luis, en la costanera de la ciudad, y según del paleontólogo local, Juan Nóbile reveló que «podrían tratarse de una de las extremidades de un gliptodonte, megafauna que habitó esta zona hace unos 10 mil años.

“Sería una pata o brazo del gliptodonte. Por ahora solo pudimos sacarle fotos y entre el miércoles y el viernes llegarán paleontólogos del Museo Provincial de Ciencias Naturales Ángel Gallardo, de Rosario, para realizar la extracción de los restos”, añadió.

Tras señalar que ya se dio aviso, además, a Patrimonio Arqueológico y Paleontológico del Ministerio de Cultura de Santa Fe, Nóbile explicó que los gliptodontes son animales del período pleistoceno y los comparó con “los actuales tatú carreta o mulitas”, sostuvo el paleontólogo. “Llegaban a pesar una tonelada de peso, tenían un metro y medio de altura y un caparazón, por lo cual también se los denomina armadillos”.

El paleontólogo sanlorencino comentó, luego, que regularmente se producen hallazgos de restos fósiles de animales prehistóricos en la costa del río Paraná, y “esto ocurre por la bajante que registra el río, está muy bajo y aparecen restos de animales, y la gente que viene a pescar, los descubre y nos llama”, añadió Nóbile.

Por último, recordó que hace cuatro años, «un hombre que estaba haciendo un pozo ciego en San Lorenzo encontró un colmillo de mastodonte que habitó esta zona hace más de 10 mil años”.

 

El gliptodonte es un mamífero extinto, miembro de la orden Xenarthra familia Glyptodontidae. Este animal, relacionado a través de un antepasado común con los actuales armadores, era nativo de las Américas. El gliptodonte medía cerca de 3 metros de largo y pesaba alrededor de 1,4 toneladas.

Era un herbívoro y, por su constitución, se desprende que no era muy ágil. Sus defensas contra los predadores se centraban en su caparazón rígido. Las diferentes especies de gliptodonte se distinguen por los patrones y tipos de caparazón.

Durante milenios, innumerables de esos caparazones permanecieron vacíos a lo largo de las planicies de Rio Grande do Sul y de Argentina, probablemente sirviendo de refugio para humanos primitivos de la región, una vez poseían cerca de 4 metros de largo por 1,5 de altura; tamaño digno de una tienda.

El gliptodonte surgió en el Pliocénico en América del Sur, migrando luego hacia Norte, cuando el Istmo de Panamá unió las Américas. Se extinguió hace aproximadamente 10.000 años.