Luego de sufrir muchas variaciones a lo largo de los años en la búsqueda de su perfección lírica y armónica, el Himno Nacional Argentino se entona, hoy más que nunca, como todos los conocemos.

La canción patria fue interpretada inicialmente en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson y fue ella quien entonó los primeros acordes de esta oda a la reivindicación de la patria.

El 30 de marzo de 1900 se decretó la ejecución parcial del himno, es decir, una versión en la que sólo se ejecuta la primera y última cuarteta y el coro.

Fuera de esto, la cuestión del ritmo, la armonía y la extensión del himno no terminó sino hasta el 14 de abril de 1944, fecha en que por fin quedó establecida la versión definitiva a través del decreto 10.302, el cual establece como oficial la versión compuesta por la letra de López y Planes, la musicalización de Blas Parera y el arreglo de Juan P. Esnaola.

El Himno ha sido el cántico de la Argentina, no solo en los actos escolares o ciudadanos, sino también en los momentos en donde la sociedad necesita exponer, a través de la entonación de sus estrofas, la capacidad colectiva de reponerse a aquellos momentos en la historia del país que han necesitado la unión colectiva.

«Himno Nacional Argentino»

¡Oid mortales el grito sagrado

libertad, libertad, libertad!

oid el ruido de rotas cadenas

ved el trono a la noble igualdad.

Ya a su trono dignísimo abrieron

las Provincias Unidas del Sud,

y los libres del mundo responden

¡Al gran Pueblo Argentino salud!

Coro

Sean eternos los laureles,

que supimos conseguir,

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.

 

En su versión original, reducida luego, el Himno decía: 

Oíd, mortales!, el grito sagrado:
¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas
ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta en la faz de la tierra
una nueva gloriosa nación.
Coronada su sien de laureles,
y a sus plantas rendido un león. (bis)

Estribillo (con coro)

Sean eternos los laureles
que supimos conseguir: (bis)
coronados de gloria vivamos,
o juremos con gloria morir. (tris)
De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar. (bis)
La grandeza se anida en sus pechos
a su marcha todo hacen temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas,
y en sus huesos revive el ardor,
Lo que vé renovando a sus hijos
de la Patria el antiguo esplendor. (bis)

Estribillo (con coro)

Pero sierras y muros se sienten
retumbar con horrible fragor. (bis)
Todo el país se conturba por gritos
de venganza, de guerra, y furor.
En los fieros tiranos la envidia
escupió su pestífera hiel. (bis)
Su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel. (bis)

Estribillo (con coro)

¿No los veis sobre México y Quito
arrojarse con saña tenaz? (bis)
¿Y cuál lloran, bañados en sangre
Potosí, Cochabamba, y La Paz?
¿No los veis sobre el triste Caracas
luto, y llanto, y muerte esparcir?
¿No los veis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir? (bis)

Estribillo (con coro)

A vosotros se atreve argentinos
el orgullo del vil invasor.
Vuestros campos ya pisa contando
tantas glorias hollar vencedor. (bis)
Mas los bravos que unidos juraron
su feliz libertad sostener
a estos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.

Estribillo (con coro)

El valiente argentino a las armas
corre ardiendo con brío y valor:
El clarín de la guerra, cual trueno
en los campos del Sud resonó.
Buenos Aires se pone a la frente
de los pueblos de la ínclita unión.
Y con brazos robustos desgarran
al ibérico altivo león.

Estribillo (con coro)

San José, San Lorenzo, Suipacha,
ambas Piedras, Salta, y Tucumán,
la colonia y las mismas murallas 10​
del tirano en la banda Oriental. (bis)
Son letreros eternos que dicen:
aquí el brazo argentino triunfó;
aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló. (bis)

Estribillo (con coro)

La victoria al guerrero argentino
con sus alas brillantes cubrió.
Y azorado a su vista el tirano
con infamia a la fuga se dio. (bis)
Sus banderas, sus armas, se rinden
por trofeos a la libertad.
Y sobre alas de gloria alza el pueblo
trono digno a su gran majestad. 11​

Estribillo (con coro)

Desde un polo hasta el otro resuena
de la fama el sonoro clarín. (bis)
Y de América el nombre enseñando
Les repite, mortales, oid:
Ya su trono dignísimo abrieron 11​
las Provincias Unidas del Sud.
Y los libres del mundo responden
al gran pueblo argentino salud. (bis)