Por Alejandro Maidana

En Argentina el riesgo de contaminación por plomo proviene de los múltiples eslabones de la cadena de actividades humanas con este metal. Entre las fuentes de contaminación se encuentran las explotaciones de megaminería presentes en la precordillera del Noroeste argentino y en la meseta patagónica. También puede hallarse en los pasivos ambientales existentes en Abra Pampa (Jujuy), San Antonio Oeste (Río Negro), o el caso más emblemático de la cuenca Matanza-Riachuelo (Buenos Aires), donde múltiples industrias han llevado al Riachuelo a ser uno de los cauces de agua dulce más contaminados del planeta.

A su vez puede encontrarse plomo en usos corrientes, como los acumuladores para automóviles, y hacen su aporte a la contaminación actividades como la caza deportiva con el uso de munición de plomo. Otra de las fuentes cercanas de exposición a este metal es la pintura con plomo, en investigaciones realizadas por la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN) y Taller Ecologista, se encontraron en Argentina pinturas tipo esmalte sintético con altas concentraciones de plomo, superando ampliamente la normativa nacional (Acceder al informe).

En este caso, son los niños quienes corren mayor riesgo de intoxicación. Ya sea en el hogar, en la escuela, cuando los juguetes, los muebles u otros artículos están pintados con pintura con plomo, los niñ0s pueden masticarlos e ingerir directamente la pintura seca contaminada con plomo. En el marco del trabajo de sensibilización y concientización para reducir los riesgos de exposición al plomo, desde la organización socioambiental Taller Ecologista, vienen desarrollando diversas acciones.

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Por un lado, impulsan la campaña de firmas “por la eliminación del plomo en las pinturas”. Dicho petitorio, acompañado por unas 400 firmas, fue entregado recientemente al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, al Ministerio de Salud y al Ministerio de la Producción. Se solicita puntualmente bajar el límite de 600 ppm a 90 ppm y que se etiqueten las pinturas libres de plomo y se realicen controles.

En paralelo realizaron una denuncia en la oficina de Defensa del Consumidor dependiente del Ministerio de Producción de la provincia de Santa Fe. A través del reclamo denunciaron a dos empresas por violar en algunos de sus productos el nivel de plomo permitido (conforme la resolución Nº 7/2009), infringiendo la Ley de Defensa del Consumidor Nº 24.240. Al respecto, este 21 de octubre, de dicha oficina recibieron la misma respuesta que hace un año: el tema está pendiente de resolver y se encuentran con falta de personal, incumpliendo de este modo con las obligaciones existentes y vulnerando los derechos de los consumidores.

A nivel ambiental y de salud en relación a pinturas con plomo, desde la ONG también constataron que no se realizan controles desde ningún organismo del Estado, lo cual pone de manifiesto que se incumple con la etapa clave de la prevención en lo referente a la contaminación con plomo cuya fuente sean las pinturas.

La salud en riesgo ante la presencia de un enemigo silencioso pero letal

El plomo es un metal tóxico capaz de afectar el sistema nervioso central y el cerebro, también el sistema sanguíneo, los riñones y el esqueleto. Un elemento fundamental de la toxicidad del plomo es su capacidad para reemplazar el calcio en los sistemas neurotransmisores, en las proteínas y en la estructura ósea, alterando su función y estructura, ocasionando por consiguiente graves impactos en la salud. El plomo afecta y daña la estructura celular.

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El daño cerebral causado por la exposición crónica a bajos niveles de plomo es irreversible y no tiene tratamiento, lo cual es gravísimo. El feto humano es el más vulnerable y una mujer embarazada puede transferir el plomo que se ha acumulado en su cuerpo a su hijo en gestación. Además, puede transferirlo a través de la leche materna. Un dato escabroso que debería servir de impulso para consolidar los controles, es que uno cada tres niños/as tiene más de 5 µg/dL microgramos por decilitro de plomo en sangre, esto significa más de 800 millones de niños/as en el mundo.

Cecilia Bianco integra el área tóxicos del Taller Ecologista de Rosario, consultada por Conclusión sobre la necesaria campaña de concientización e impacto del plomo, brindó detalles sumamente relevantes. “El pasado miércoles me tocó participar como oyente de una webinar organizada por la industria de la pintura, algo que claramente me sedujo. La misma se llamó webinar latinoamericana, retos y buenas prácticas hacia el cumplimiento con los límites de plomo en pinturas. El porqué de mi interés y la invitación, está sustentado en el trabajo que viene realizando Taller Ecologista con respecto a los análisis de pinturas y lo altos índices de plomo encontrado en las mismas, que cabe destacar, superaban el límite permitido por el Ministerio de Salud”.

Estas empresas sostuvieron que los controles se deben hacer público, sosteniendo como dato saliente, que estas deben hacerse cargo de las resoluciones y normas existentes en los distintos países. “Un ejemplo es la de bajar el límite de plomo a 90 partes por millón en lugar de 600, algo que nosotros deseamos ya que de esta manera es la materia prima la que estaría arrastrando plomo. En México hay un proyecto pronto a ser tratado y convertirlo en ley, en llevar de 600 a 90 (ppm) partes millón, lo mismo sucede en Brasil, con la diferencia que este último ya tiene el límite de 90 partes por millón, para todo lo que es pintura para tráfico, señalización de carreteras entre otras. Esto es algo que se destacó en la charla que mantuvimos con representantes de otros países, si bien es preciso destacar que Colombia es otro de los países que gozan de una legislación avanzada, lamentablemente tanto Argentina como Uruguay siguen mirando la problemática desde lejos”.

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A partir del último estudio realizado por el Taller Ecologista, quienes llevaron adelante la investigación hicieron una presentación a modo de denuncia, si bien en la administración pública el termino denuncia no sería el correcto, eso fue lo que representó. “Así fue como en la Secretaria de Comercio dependiente del Ministerio de la Producción de Santa Fe, sostuvimos que en esta provincia habíamos encontrado pinturas fabricadas en esta provincia, que excedían los límites permitidos de plomo. Allí alertamos a los organismos de control, pero lamentablemente aquí los controles vienen muy atrasados, y como bien lo marcamos en el comunicado con el patrocinio de la abogada Florencia Sívori, ellos sostienen que debido al escasez de personal no pueden avanzar. De todas maneras, nosotros vamos a seguir como todos los años solicitando que esto vaya de 600 a 90 partes por millón, que se controle como la misma industria lo solicita. Latinoamérica, pero en especial algunos países como es el caso del nuestro, necesitan avanzar imperiosamente una nueva legislación y especialmente en controles. Por último, comentar que nosotros hemos adquirido distintas pinturas con altísimos índices de plomo tanto en Rosario como en el Cordón Industrial, las mismas se pueden comprar en cualquier ferretería y ser utilizadas en el hogar. El riesgo es altísimo”.