La pandemia por coronavirus evidenció las desigualdades en todo el mundo y las personas con autismo han enfrentado prácticas discriminatorias laborales agudizadas por la crisis, aseguró la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que abogó por una recuperación económica y social más inclusiva, que reconozca las contribuciones de todas las personas.

El organismo internacional se pronunció sobre la situación de las personas con trastornos del espectro autista en el marco del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, que se conmemoró ayer.

«Al trabajar juntos para recuperarnos de la pandemia de Covid-19 debemos fijarnos un objetivo clave, a saber, la construcción de un mundo más inclusivo y accesible que reconozca las contribuciones de todas las personas, incluidas las personas con discapacidad», dijo António Guterres, secretario general de ONU en un mensaje relacionado con la jornada de concientización sobre autismo.

Guterres reconoció que la contingencia «ha creado nuevos obstáculos y desafíos», pero agregó que, por otro lado, la reactivación de la economía global ofrece la oportunidad de «reimaginar el lugar de trabajo para que la diversidad, la inclusión y la equidad sean una realidad».

Las personas con autismo «se han enfrentado durante mucho tiempo a profundas desigualdades», y la pandemia «no ha hecho más que agudizarlas», resaltó el organismo internacional en un documento

En ese sentido, detalló que en el sector laboral el problema se refleja en las prácticas de contratación discriminatorias y entornos de trabajo que suponen grandes dificultades para las personas con autismo.

«El resultado es un alto nivel de desempleo o subempleo para la gran mayoría de adultos con trastornos del espectro autista», añadió el análisis.

Para terminar con esta situación, Guterres instó a un replanteamiento de los sistemas de educación y formación.

«Romper con los viejos hábitos será crucial. Para que las personas con autismo puedan acceder a un trabajo decente en condiciones de igualdad hace falta crear un entorno propicio y realizar ajustes razonables», recalcó.

Agregó que «si verdaderamente queremos no dejar a nadie atrás en el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible debemos hacer efectivos los derechos de todas las personas con discapacidad, incluidas las personas con autismo, y garantizar su plena participación en la vida social, cultural y económica».

Según datos de la ONU, algunos empleadores pusieron en marcha recientemente programas de empleo inclusivo, que incluyen a las personas con diagnóstico de autismo y afecciones conexas, como el trastorno de déficit de atención o el trastorno obsesivo-compulsivo, a menudo denominadas personas neurodivergentes.

La economía internacional «atraviesa la peor recesión económica desde la gran depresión, con la pérdida de cientos de millones de empleos», resaltó el organismo.

Al mismo tiempo, valoró que las nuevas formas de trabajo, incluido el teletrabajo y el uso de nuevas tecnologías «han generado oportunidades para los empleados con trastornos del espectro del autismo que antes tenían dificultades para prosperar en entornos laborales más tradicionales, abriendo así nuevas perspectivas para estas personas».

El titular de ONU insistió en la necesidad de «trabajar con todas las personas con discapacidad y las organizaciones que las representan para encontrar soluciones innovadoras que faciliten la recuperación para mejorar y la construcción de un mundo mejor para todos».