Las autoridades del Parque Nacional Iguazú dispusieron el cierre del acceso a las Cataratas por alerta meteorológico, ante el peligro que hay en el sector por la crecida del río y el riesgo de un empeoramiento del clima.

En los hechos, es la primera vez en que se dispone el cierre del Parque por esas condiciones, aunque debe enmarcarse en que Misiones soporta desde ya hace varios días un clima impiadoso, y este sábado la posibilidad de tormentas que señala el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) superan el 90%.

El cierre no tuvo anuncio oficial, aunque los operadores turísticos de la zona ya habían desactivado todas las actividades previstas para este sábado, y la mira general apunta ahora a ver cómo estarán las condiciones del tiempo este domingo.

Al respecto, los operadores turísticos se quejaron del «arbitrario y sorpresivo cierre del Parque Nacional Iguazú, vinculado a lluvias torrenciales que ha causado más preocupación aún».

«Las lluvias son muy frecuentes en la región (y justamente le dan la característica de selva a este lugar geográfico), nunca han sido motivo de cierres de toda el Área Cataratas. El Parque Nacional Iguazú es un recurso de inmenso valor para todos los argentinos y para el mundo entero», dijeron en un documento.

El 2 de noviembre, en tanto, las Cataratas estarán cerradas por un reclamo de los guardaparques.

El motivo es una protesta de los sindicatos que aglutinan a los guardaparques que cuidan las Cataratas del Iguazú (SIGUNARA, UPCN y ATE) por el juicio que están realizando a cuatro colegas, procesados por la muerte de dos niños que fallecieron por la caída de un árbol en Junín de los Andes.

La medida es polémica porque los guardaparques no tienen «jefes» que decidan por encima de ellos, sino que en un Parque Nacional representan la máxima autoridad, con amplios poderes administrativos. Su misión es cuidar y defender algo que es patrimonio de todos los argentinos y nunca se dio que cerraran un área natural.