Ubicada a unos escasos 3 kilómetros de Villa Gesell, hacia el sur, Mar de las Pampas, está cubierto por una gran cantidad de dunas y valles boscosos, ideales para visitar en temporada veraniega. Su arquitectura es una mezcla de cabañas, chalets y edificios bajos.

Contemplar la salida del sol desde las arenas es una tradición en Mar de las Pampas, que ya a media mañana se brinda perfecta para comenzar la jornada playera. Desayunos fortificantes a la orilla del mar; almuerzos rápidos para no perder la continuidad del disfrute del sol y el agua; sabrosas meriendas que prolongan la tarde; cenas tradicionales bajo el manto de estrellas que ilumina la playa; el único parador de esta villa balnearia hace posible el disfrute pleno y constante sin necesidad de alejarse de la costa.

Lejos de ser un destino exclusivamente veraniego, esta «aldea» representa la armonía perfecta entre lo verde y el descanso total. De hecho, la vetegetación que circunda sus calles, la cercanía con el mar, los elevados médanos, sus calles de arena y la tranquilidad de sus tardes y noches, la hacen ideal para desconectarse del «mundo».

Con sus particulares calles, sin practicamente alumbrado público y con señal de celular casi nula, MDLP es ideal para encontrarse con uno mismo. Leer un libro mirando el mar, bajo un árbol o disfrutar de SPA del hotel que uno elige, está entre sus posibilidad. Por supuesto que no es el lugar para aquellos que quieran shopping, grandes salidas o movimientos constantes. Todo lo contrario, bajo el lema «Vivir sin Prisa», los oferentes y residentes de esta localidad buscan que todo sea «más lento» que en la gran ciudad.

Faro Querandí

Ubicado a 30 Km. de Villa Gesell, se llega a la zona desde un arenal y puede encararse el paseo en un vehículo de doble tracción.

Este faro es el segundo en altura después de el de Bahía Blanca, se trata de una torre de material pintado, cuya altura es de 54 metros y con franjas blancas y negras.

El nombre se debe al grupo aborigen que habitó toda la región, a los que otra tribu denominó “los que huelen a grasa”, ya que como buenos cazadores en los territorios pampeanos consumían grandes cantidades de carne y grasa animal.

El faro es atendido por personal de la Armada Argentina, quien lo preserva por medio de su Servicio de Hidrografía Naval. Para poder acceder hasta la garita debemos ascender una escalera caracol de 254 escalones y el esfuerzo realmente vale la pena porque podremos tener, desde esa altura, la más espectacular panorámica del lugar.

Se realizan visitas guiadas pautadas, donde se explica el origen de la zona y el funcionamiento del faro que tiene un alcance de 20 millas marinas.

Reserva Dunícola

La Reserva Municipal Dunícola Faro Querandí fue creada en el año 1996, con una superficie aproximada de 5500 hectáreas y constituye una de las Reservas Dunícolas de mayor importancia de nuestra costa atlántica.

Se trata de la zona que rodea al Faro que le da el nombre y tiene como principal objetivo la protección de las dunas costeras , un ecosistema de importancia para todas las localidades de la costa Atlántica tanto por su influencia en el clima del lugar como por la riqueza de flora y fauna que las caracteriza.

Las Dunas se conforman por la acumulación de arena proveniente de la acción del viento. Existen 2 tipos de dunas: las activas o vivas , que son las que no poseen vegetación y cambian constantemente sus formas y las dunas fijas o inactivas , que son las que poseen vegetación y por ello están más estables; sin sufrir cambios importantes en sus dimensiones.