Por Alejandro Maidana

En plena emergencia sociosanitaria en el norte salteño, los Ministerios de Salud de la Provincia y de Nación, en un acto de violencia, discriminación laboral y política, anulan el compromiso de contratación de un equipo médico que cuenta con la formación requerida, con experiencia en el territorio y con una profesional médica indígena de la zona, que constituye un valioso recurso articulador.

Esta situación los obligó a denunciar, a levantar la voz ante el sistemático abandono y falta de voluntad política que garantice el derecho a la salud y el acceso a éste con calidad para los Pueblos Indígenas. “Defendemos y exigimos el respeto por los Derechos de los Pueblos Indígenas y la interculturalidad como proceso necesario para el acceso al derecho, al tiempo que nos llenamos de indignación ante el destrato y la clara persecución a la que fuimos sometidos”, indicaron.

A finales de enero de 2022 (ante la ocurrencia de muertes infantiles y maternas) se realizó una nueva convocatoria para integrar dispositivos territoriales itinerantes desde los Ministerios de Salud Pública de la Provincia de Salta y Ministerio de Salud de la Nación, específicamente la convocatoria llegó a través de la Dirección de Acciones Territoriales, cuyo Director se contactó con la Médica salteña Tujuayliya Gea Zamora proponiendo entrar con el operativo a la localidad en los meses de febrero y marzo de 2022.

A partir de entonces se realiza la convocatoria a profesionales pertenecientes a la Agrupación Argentina de Graduados en Cuba, logrando de forma inmediata y con absoluta disposición, la confirmación de un total de diez (10) médicas y médicos, quienes trabajarían de forma itinerante y por relevos en el territorio. Ya informada la convocatoria, las contrataciones quedan a cargo de la Dirección Nacional de Emergencia Sanitaria (DINESA), quienes luego informan que el listado de las y los profesionales sería “revisado” desde el Ministerio de Salud Pública de la Provincia de Salta, por lo que las contrataciones quedaban sujetas a esta evaluación.

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Ya confirmado el operativo, y habiéndose desplazado de sus lugares de origen las profesionales, se disponen a incorporarse al trabajo durante la segunda quincena de febrero, arribando al territorio dos colegas del equipo. Encontrándose ya en la localidad de Santa Victoria Este, el día 23 de febrero y a minutos de comenzar su labor, les comunican que una de las profesionales no será contratada. El motivo que adujeron fue un pedido directo realizado por parte de un funcionario salteño (sin especificar área o sector del ministerio) a la DINESA, argumentando que la profesional mantenía supuestos vínculos con una reconocida referente indígena de la zona: Octorina Zamora, a quien calificaron de “cacica no querida en las comunidades”.

Pasada la consternación inicial y de forma inmediata, la otra colega notifica su renuncia, en solidaridad ante la grave discriminación acontecida, siendo trasladadas rápidamente y en vehículo oficial hacia la capital salteña. Luego del violento acontecimiento relatado, recibe un llamado telefónico breve la colega Tujuayliya Gea Zamora, de parte del cocoordinador de la DINESA comunicándole que por solicitud específica de la Provincia de Salta quedaba sin efecto el compromiso de contratación para el mes de marzo de 2022 de todas y todos los colegas médicos convocados por intermediación de ella.

La indignación ante un nuevo suceso que demuestra el modo vil en que toman decisiones que socavan el derecho a la salud de los Pueblos Indígenas, sumado a la falta de respeto y consideración para quienes decidida y voluntariamente habían acudido al llamado, modificando agendas de trabajo, adelanto de vacaciones, permisos sin goce de sueldo constituyen una afrenta que justifican esta misiva.

Antecedentes Previos de Trabajo en la Provincia de Salta

En el período de septiembre de 2020 a abril del 2021, el Gobierno de la Provincia de Salta decretó una Emergencia Socio Sanitaria para los departamentos Orán, San Martín y Rivadavia, donde se producía un creciente fallecimiento de niños y niñas indígenas por enfermedades asociadas a la desnutrición, por lo que el Ministerio de Salud Pública de la Provincia de Salta ofrecía contratación temporaria a profesionales médicos con experiencia en emergencias sanitarias. En respuesta a la convocatoria acudió un grupo de médicas y médicos, formadas en la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba (entre ellos la Dra.

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Tujuayliya Gea Zamora, médica wichi procedente de esa zona) con perfiles y experiencias de trabajo en salud comunitaria, interculturalidad en salud y trabajo en situaciones de emergencia humanitaria. De este modo arribamos al Hospital local de Santa Victoria Este, perteneciente al área operativa VIII, conformando el Equipo de Fortalecimiento del Primer Nivel de Atención, cuyo objetivo fue apoyar el trabajo que iniciaba un nuevo equipo de gestión de la institución sanitaria local garantizando el acceso a la salud para las comunidades indígenas.

Esta labor desarrollada durante 7 meses fue sistematizada y oportunamente compartida con la institución sanitaria de cabecera, generando propuestas para optimizar los dispositivos territoriales e incrementar la presencia con la coordinación y acción sinérgica junto a las y los agentes sanitarios del territorio, la experiencia realizada fue también publicada en la prestigiosa Revista Argentina de Salud Pública.

A pocos meses de iniciar la tarea, comenzó un maltrato sistemático como trabajadores en un proceso de expulsión solapada de nuestro equipo de profesionales, impulsada y promocionada por funcionarios que formaban parte de la Mesa Interministerial que interviene en la zona desde la declaración de la Emergencia Socio Sanitaria.

Disímiles motivos iban ocasionando conflictos: desde problemas administrativos, no pago en tiempo y forma de sueldos, cambios de las condiciones de contratación o en los montos acordados, reducción de personal a contratar y limitaciones en el trabajo territorial, sumado al destrato directo por parte de funcionarios de la Mesa interministerial para SVE y del Ministerio de Salud pública, tanto en la localidad de Santa Victoria Este como en oficinas del Ministerio en Salta Capital.

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A finales del mes de abril de 2021, con gran pesar y consternación ante la falta de interés para la continuidad del trabajo territorial realizado por parte del Ministerio de Salud de la Provincia de Salta, terminamos por retirarnos definitivamente. En el momento en que se dieron los hechos no comprendimos las razones que justificaran este tipo de trato por parte de dichos funcionarios; interpretando que podría atribuirse a falta de capacidad de proponer y generar por sí mismos procesos que reviertan efectivamente la situación de gravedad en la que se encuentran las comunidades de la zona, o tal vez, lo más grave, una muestra de su falta de voluntad de fomentar política pública que pueda cambiar la realidad de los Pueblos.

“Sumamos a esta declaración nuestra solidaridad con la Mujer Referenta Wichí Octorina Zamora, quien no forma parte de nuestro equipo, ni de la Agrupación a la que pertenecemos, pero que fue nombrada de una manera irresponsable e irrespetuosa e involucrada innecesariamente en la decisión de dar de baja a una de nuestras compañeras y posteriormente a nuestro equipo completo”.

Tujuayliya Gea Zamora, una médica Wichí que quiere servir en su territorio

Su nombre es Tujuayliya. Fue elegido por sus padres y abuela, quien comparte su misma denominación. Vivían en Embarcación, el pueblo en donde le tocó nacer, una zona urbana levantada alrededor del territorio indígena. Una de las últimas familias que permanecieron en ese lugar ha sido la suya. Como Petrona (Tujuayliya) y Serafín (Cajiantes) fueron conocidos sus abuelos, nombres no Wichí, y fue precisamente su abuela quien le regaló su nombre, y el mismo llegó por consenso, ya que muchos de ellos requieren de un análisis o discusión previa.

«Tujuay» sabe de batallar, no solo contra las burocracias, sino también contra las bibliotecas medicinales que se abrazan al confort que le brinda permanecer alejadas de las demandas territoriales. Pero claro, en esta oportunidad, lo que se suscitó es de una gravedad manifiesta, una decisión alejada de la responsabilidad política que estos tiempos requieren. “Somos un equipo de médicas y médicos graduados en Cuba que conformamos el grupo de primer nivel de atención, y a su vez también formamos formamos parte de una organización de argentinos graduados en Cuba, que se encuentra pronto a obtener su personería jurídica. En ese espacio mencionado es donde se hace la convocatoria para venir a trabajar al norte del país, más precisamente en Salta, es preciso destacar que estuvimos transitando y trabajando en el territorio en 2020”.

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En el año 2020, junto a otros compañeros formados en Cuba, lograron aplicar sus conocimientos territoriales y de la medicina en Santa Victoria Este. De la estrategia implementada se desprenden tres líneas, la asistencial, la de formación y capacitación de agentes territoriales de salud y el trabajo en conjunto con las comunidades respetando los distintos convenios nacionales e internacionales. Lamentablemente, y más allá del imprescindible trabajado realizado, la mezquindad y la discriminación laboral pudieron más, alejando por ahora, el necesario regresa al monte salteño.

A partir de esa convocatoria, y al consultar si se iba a necesitar más médicas y médicos, activo el llamado a quiénes se graduaron en Cuba, llegando a ser diez quiénes fuimos contratados por diez días

En esta ocasión, el Ministerio de Salud de la Nación es el que realiza una convocatoria para realizar unos operativos médicos en Santa Victoria Este, y es nuevamente el grupo de Tujualiya el que se alista. “A mí en lo particular se me hace una llamada desde acciones territoriales informándome que estaban necesitando médicas y médicos, y que una de las referencias era la mía, ya que me crie en el lugar, y lo conozco muy bien, más allá de formar parte del Pueblo Wichí. A partir de esa convocatoria, y al consultar si se iba a necesitar más médicas y médicos, activo el llamado a quiénes se graduaron en Cuba, llegando a ser diez quiénes fuimos contratados por diez días. Allí fuimos armando los relevos, distintos compañeros llegaron de diferentes localidades, muchos de ellos sin conocer la logística empleada, que claramente debía incluir transporte y alojamiento”.

En el momento primó la sensación de estar siendo discriminados, perseguidos

Cabe destacar que una de las compañeras de Tujuayliya se comunica con Octorina Zamora, referente del pueblo Wichi, quien le brinda un lugar donde hospedarse, para luego comunicarse con un funcionario interministerial, Marcelo Córdova, que además es delegado de Asuntos Indígenas. “Al día siguiente la compañera a Santa Victoria Este, con un vehículo gestionado, y a llegar allá recibe un mensaje desde la DINESA (dirección nacional de emergencia sanitaria), donde le informan que no se le va a permitir trabajar por tener vínculos con una referente de la zona, a la cual la definieron como una cacica no querida, y que, debido a un llamado de un funcionario de Salta, le solicitaron no dejarla ingresar. Yo me encontraba en otro proyecto en el Impenetrable del Chaco, y es en ese lugar donde recibo un comunicado que indicaba que se daba de baja a todas las contrataciones que iban a desembarcar en el lugar en el mes de marzo. En el momento primó la sensación de estar siendo discriminados, perseguidos, Octorina es mi madre, por ello la compañera se apoyó en ella para poder solucionar la problemática de la logística, yo hubiese hecho lo mismo si en el Chaco, lugar de residencia de ella, me hubiese sucedido algo similar”.

Sinceramente es increíble que hayan decidido prescindir de quienes tienen un largo camino de trabajo territorial, y que de hecho muchas de nosotras ya conocíamos el lugar, tenemos un acumulado de experiencias muy importantes que poníamos al servicio de la provincia, y que ponemos al servicio de las comunidades indígenas que ellos despreciaron sin titubear

Una situación con un fuerte anclaje discriminatorio que tiene como eje fundamental, el desprecio y profundo desinterés por la realidad de los pueblos indígenas que resisten al olvido y la desidia estatal. “Hay compañeras que al tener que pegar la vuelta, perdieron medio mes, por ende, medio mes de sueldo. Fueron discriminadas laboral y políticamente, sinceramente es increíble que hayan decidido prescindir de quienes tienen un largo camino de trabajo territorial, y que de hecho muchas de nosotras ya conocíamos el lugar, tenemos un acumulado de experiencias muy importantes que poníamos al servicio de la provincia, y que ponemos al servicio de las comunidades indígenas que ellos despreciaron sin titubear. Es muy triste, se nos discriminó ideológicamente, mientras tanto las comunidades indígenas permanecen en las mismas condiciones, ya que hace dos años que se declaró la emergencia sociosanitaria”.