Por Hernán Cabrera

La ciudad capital de Uruguay, posee calidad de vida, tradiciones, grandes hazañas futboleras, asados, mates y torta fritas.

Antiguos tesoros arquitectónicos como el Cabildo, la Iglesia Matriz y la Puerta de la Ciudadela, estilos como el Art Nouveau y el Art Decó y modernas construcciones de vanguardia como la Torre de las Comunicaciones, le proporcionan a la ciudad una identidad única.

La rambla capitalina, el balcón de acceso a más de 30 kilómetro de costa, es uno de los principales atributos de Montevideo y un paseo imperdible para sus habitantes que suelen recurrir a ella para tomar mate y realizar extensas caminatas. También lo son la cantidad de espacios verdes, parques y jardines que posibilitan múltiples opciones al aire libre.

En nuestra recorrida por Montevido comenzamos por la plaza independencia, la mas importante de la ciudad, en ella se encuentra la estatua del general José Gervasio Artigas, máximo prócer de Uruguay. Justo debajo del monumento se encuentra el Mausoleo, donde se guardan los restos del héroe nacional uruguayo.

Otras de las atracciones con mucha historia es el palacio Salvo, edificio emblemático de la ciudad, se ubica en la esquina de la Avenida 18 de Julio y Plaza Independencia. Está emplazado en donde antes estuvo la Confitería La Giralda, donde se tocó por primera vez La Cumparsita de Gerardo Matos Rodríguez.

La particularidad de este edificio es que tiene su gemelo en la ciudad de Buenos Aires, el palacio Barolo.

La Ciudad Vieja atrae a los visitantes por su historia, museos culturales y grandes monumentos centenarios. Estos incluyen la catedral metropolitana de estilo neoclásico, que domina la pintoresca plaza Matriz, y el teatro Solís con su diverso programa de artes escénicas. Los animados restaurantes de carnes se llenan rápidamente en el interior de Mercado del Puerto. La zona también es un centro de vida nocturna, que ofrece una mezcla de bares de cocteles de moda y cafés tradicionales.

Recorrer 30 kilómetros de costa a es una de las posibilidades imperdibles que ofrece la capital montevideana que nunca le da la espalda al Río de la Plata. Por un extenso trayecto, desde Capurro hasta Carrasco, se extiende la Rambla de Montevideo, que fue concebida como un balcón hacia el mar, para un verdadero disfrute de las costas de la ciudad. Sus diversos tramos poseen especial belleza, ya que en su recorrido, ya sea a pie, en bicicleta o en auto, además de hermosas playas es posible apreciar la arquitectura urbana que las rodea. Edificios antiguos y modernos, plazas y espacios deportivos como la pista de patinaje en el Parque Rodó, la de Skate en Buceo y varios gimnasios al aire libre, se suceden conformando atractivas panorámicas para el turista.

El Mirador Panorámico, ubicado a casi 80 metros de altura, revela una de las vistas más completas y emblemáticas de la capital. Este escenario funcionó por primera vez en 1979; su restaurante y cafetería fueron escenarios de diferentes acontecimientos sociales.

Montevideanas y montevideanos podrán volver a disfrutar de un espacio renovado, desde la perspectiva que de la capital ofrece el piso 22 del edificio sede.

Por todo esto y mucho mas Montevideo es un lugar maravilloso, que encierra una historia única, costumbres arraigadas y un pueblo generoso.