El sacerdote jesuita y miembro de la teología de la liberación,Fernando Cardenal nacido en Nicaragua en 1934, dejó de existir la madrugada de este sábado en Managua a causa de un paro cardíaco tras dos semanas de haber ingresado en cuidados intensivos en un nosocomio de esa capital.
Las complicaciones que sufrió luego de una intervención quirúrgica en la zona abdominal fue la causa que lo llevo a su trágico deceso, la información fue suministrada por una fuente de la Compañía de Jesús.
Cardenal se había desempeñado como titular de la cartera educativa nicaragüense durante el gobierno del Frente Sandinista. Desde esa responsabilidad dirigió la Cruzada Nacional de Alfabetización, que movilizó a más de 60 mil jóvenes para elevar la tasa del alfabetismo en el segundo país más pobre de toda América.
Junto a Daniel Ortega, líder de la revolución sandinista.
Al frente de la cartera educativa, impulsó profundas reformas en un país con una educación mediocre. Su vinculación a la revolución le valió la expulsión de la orden jesuita en 1985. En 1984, el papa Juan Pablo II, consideró que era incompatible el cargo gubernamental que ostentaba con su condición religiosa y le suspendió a divinis del ejercicio del sacerdocio por sostener la teología de la liberación.
En un texto sentido, que se conoció como «Cartas a mis amigos», el teólogo sostuvo: «Quien se negó rotundamente a conceder la excepción a los sacerdotes de Nicaragua para seguir trabajando en el Gobierno Revolucionario fue el papa Juan Pablo II. Me duele esta afirmación pero cristianamente no puedo callarla”, escribió.
Cardenal presentó una “objeción de conciencia” ante su caso y en su alegato contra la decisión de la jerarquía jesuita dijo: «Estaría cayendo en un grave pecado si abandonara mi sacerdocio para los más pobres y mi trabajo por la Revolución Popular Sandinista”. Y agregó: “Dios me ha dado el deseo de no abandonar mi trabajo. No puedo concebir un Dios que me pida renunciar a mi compromiso con el pueblo”.
Ocupó el cargo de ministro de Educación entre los años 1984 y 1990. Al momento de su muerte se desempeñaba como director nacional del movimiento de educación popular «Fe y Alegría».
Respecto del aborto, se mostró a favor de considerarlo con fines terapeúticos en un contexto adverso a esta contemplación puesto que la normativa vigente lo criminalizó desde 2006. “En el aborto terapéutico se pretende salvar la vida de una mujer enferma que está embarazada. Como consecuencia no deseada, se produce la muerte del feto. Ese feto no está destinado a la vida, está destinado a morir, con o sin aborto terapéutico. Si no hay aborto muere su mamá, si hay aborto muere el feto como efecto secundario. La vida de la mujer es lo que se está salvando y eso es lo importante”, dijo Cardenal.
Ernesto Cardenal, poeta. Hermano de Fernando.
Desde el gobierno de Nicaragua, destacaron que el principal legado que Cardenal dejó en Nicaragua «fue la educación. En 1980 coordinó a 95.582 estudiantes, maestros, técnicos, profesionales y amas de casa para ejecutar la Cruzada Nacional de Alfabetización, que redujo del 50,35 % al 12,96 % el analfabetismo en Nicaragua, lo que mereció un reconocimiento de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) al país centroamericano en 1981».
El padre era hermano del poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, de 90 años, sacerdote trapense y destacado representante de la teología de la liberación, quien manifestó el 12 de febrero de este año: “Francisco es mejor de como podríamos haberlo soñado”.
