La pandemia del coronavirus y la cuarentena obligatoria provocaron un aumento exponencial de denuncias de avistamientos de ovnis en todo el mundo, y una serie de hechos despertó en los últimos días el interés hasta de los más incrédulos sobre el trasfondo de este fenómeno.

«Vivimos en la era de las redes sociales y éstas impusieron una exagerada difusión de la presunta presencia de extraterrestres en el planeta. Esta situación proporciona una falsa familiaridad: el cerebro procesa que a mayor visibilidad de las noticias que circulan en las redes, mayores son las pruebas de las visitas alienígenas», explicó a la agencia Noticias Argentinas, Alejandro Agostinelli, periodista especializado en fenómenos y creencias paranormales.

En la misma línea, el editor de FactorElBlog.com agregó: «Estamos atravesando el primer año en el que coincide cierto notorio auge de fake news ufológicas con una pandemia. Nunca se probó que las oleadas de avistamientos de ovnis estén relacionadas con momentos de extrema ansiedad social, pero no hay que descartar que ésta resulte ser la razón por la que aumentó la visibilidad de noticias de presuntos ovnis».

En la Argentina, el Centro de Identificación Aeroespacial (CIAE), encabezado por el comodoro Rubén Lianza, es el encargado de investigar estas denuncias, pero los datos de 2020 se conocerán recién al finalizar el año.

La tarea del organismo estatal, según lo señala en su sitio oficial, es «organizar, coordinar y ejecutar la investigación y análisis de eventos, actividades o elementos presentes u originados en el aeroespacio de interés; identificar sus causas e informar las conclusiones a los organismos pertinentes que las requieran».

«Si se observan las tendencias de búsqueda en Google desde 2004 hasta hoy, el interés declinó cada vez más hasta 2017. Ese año pegó un salto a partir de la difusión de ‘los ovnis del Pentágono’. Aun así, para hablar de un acercamiento extraterrestre hacen falta pruebas más contundentes que el relato de un testigo asustado porque vio una luz que no supo explicar», sostuvo Agostinelli.

Durante todo 2019, en la Argentina se denunciaron 23 casos de avistamiento de ovnis, y todos fueron resueltos e identificados por el CIAE.

Según el diario británico Dailystar, desde el comienzo del brote de coronavirus se reportaron cifras récord de luces y objetos misteriosos en el cielo, el pico máximo «de las últimas tres décadas».

Sobre el presunto aumento en lo que va de 2020, el periodista explicó: «Las personas que informan sobre ovnis no suelen inventar historias, en general están viendo algo que no son capaces de identificar».

«Este año tenemos dos grandes causas posibles; por un lado, los 420 satélites Starlink, una novedad en la bóveda celeste, y el paso de la Estación Espacial Internacional. Ambas son fuente de confusiones, dado que pocos observadores tienen la capacidad de diferenciar ingeniería espacial terrícola de naves de otro planeta. Ante lo desconocido, lo normal es asustarse», señaló Agostinelli.

Y continuó: «En ese sobresalto, el testigo acude a su acervo mental sobre cómo debería verse una nave alienígena para completar los huecos, cuando no interpreta estas representaciones como un signo místico positivo: nos están observando, se preocupan por nosotros y eventualmente podrían intervenir en nuestra ayuda. Si es así, tiene sentido estar predispuesto a ver más ovnis en medio de una pandemia».

Otra causa del interés de un mayor número de personas fueron los estruendos en el cielo que se percibieron en diferentes partes del mundo en medio del aislamiento social obligatorio, similares a los sonidos de una trompeta. Según diversos científicos, esos extraños ruidos tienen que ver con un fenómeno que es muy común en esta época del año y que se denomina «cielomoto» o «terremoto del cielo», y que no es otra cosa que el choque de masas de aire calientes y frías.

«En un artículo muy citado que publicó en 2011 la revista de la Sociedad Americana de Sismología, el doctor David P. Hill, emérito del Servicio Geológico de los EE.UU., enumeró entre las posibles causas de esos ruidos volcanes de lodo, fuentes de gas, tsunamis u olas grandes causadas por tormentas, meteoros, pequeños terremotos locales o truenos lejanos», detalló Agostinelli.

Además, consideró: «En las últimas semanas, los informes sobre estos ruidos quizás se multiplicaron por contagio social. Muchas personas escucharon en radios o leyeron noticias o comentarios en redes sociales sobre el tema y estuvieron más atentas a los ‘sonidos del cielo’ en días especialmente silenciosos».

«Eso, sumado a los fraudes en YouTube, que también los hay, puede explicar la saturación de esta clase de informes sin necesidad de atribuirles propiedades especiales o relacionadas con otros misterios», concluyó al diferenciar esos sonidos naturales de cualquier actividad relacionada con naves extraterrestres surcando el espacio en medio de la pandemia que mantiene en vilo al planeta Tierra.