En el marco del día del odontólogo, el pasado 3 de octubre los profesionales dieron un minucioso detalle de la situación por la que atraviesa el sector, con una caída en la atención que oscila entre el 45 y 55 por ciento. Por lo que se aprobó en la legislatura un proyecto de ley donde se crea un ingreso de emergencia de carácter excepcional, mensual, para profesionales de la salud independientes que forman parte del grupo de mayor riesgo ante el COVID 19 y, por dicho motivo, se encuentran en grave riesgo en el ejercicio de su profesión.

En diálogo con Conclusión el presidente del Colegio de odontólogos, Raúl Allin, detalló que «la situación es complicada debido a la pandemia. Nosotros estábamos en esta época festejando el día del odontólogo, que fue el sábado pasado. Mañana cumple 70 años el colegio de odontólogos y es un festejo atípico. Tenemos que decir qué estamos en el sillón trabajando con una necesidad que se cubran los elementos de bioseguridad, lo necesario para cubrir al profesional y el paciente en esta época de pandemia. Es una situación que se complica debido a que la obra social al no cubrirlo pone al paciente en la situación de tener que afrontar ese costo. Estamos haciendo la solicitud a las autoridades para que esto se cumpla».

Respecto a la cantidad de consultas que se realizaron desde el comienzo de la pandemia, el profesional expresó gran preocupación porque «las consultas bajaron, la cantidad de consultas ha disminuido notablemente y uno de los motivos es que en la pandemia se atendían urgencias y emergencias, luego se fue abriendo un poco más la atención y solamente está prohibido o restringida la atención estética. Las consultas están bajando también debido a que el paciente tiene que afrontar este gasto (del kit de bioseguridad) y por eso estamos necesitando y ponemos en evidencia de que es realmente algo que la obra social tiene que cubrir». Sin embargo aclaró que «hay varias obras sociales que los están cubriendo y otras que están tratando por reintegro, pero es una situación complicada porque el paciente en este momento de crisis del país tiene que evaluar el gasto que tiene que afrontar».

En relación al costo de los elementos de bioseguridad,  Allin dijo que «es muy alto el costo. Todos los elementos que se incorporan son descartables y de cierto costo, además el tiempo de la ventilación cuando trabajamos con elementos con aire se generan algunas cuestiones importantes y hay que ventilar la bien. De hecho hay que preparar el consultorio bien y en muchos casos hay instituciones que están readaptando toda la parte clínica para poder hacer la atención como corresponde».

Por otra parte señaló que «el descenso de las consultas se ha ido marcando y se ve en la facturación que se mantiene todavía una atención necesaria, porque sino todo tendría que caer en la parte de salud pública y colapsaría el sistema. Entonces está correcto el esquema que se planteó, compartimos una reunión a principios del mes de marzo con el director provincial de odontología donde se debatió y se entendió que la parte privada podía acompañar perfectamente para que la parte pública no colapsara. Así que amalgamar lo público y lo privado fue algo necesario que dio una buena situación para que las instituciones encuentren la mejor forma de brindar el servicio de salud que siempre brindamos».

El personal de salud en general se encuentra en la primera línea de fuego, son los más expuestos a posibles contagios, por tal motivo piden que la actividad sea declarada de riesgo. Ante la consulta si están recibiendo algún tipo de asistencia, el presidente del Colegio de Odontólogos remarcó que «desde el punto de vista de las autoridades provinciales y nacionales no hemos recibido ningún tipo de apoyo en este sentido. Hay tratativas, proyectos presentados para declarar la profesión como una profesión de riesgo pero no hay nada hasta el momento. Desde punto de vista funcional nosotros estamos ayudándonos y trabajando en forma conjunta y tratamos de llevar esta situación bastante difícil», concluyó.