Una visita ilustre. El conocido y reconocido locutor, periodista, conductor de radio y televisión, y músico Quique Pesoa visitará la ciudad para brindar una charla en la institución que fundó hace más de 30 años, la escuela de Locución que hoy funciona en el Iset Nº 18.

En diálogo con Conclusión contó los detalles de la charla que mantendrá con los alumnos y asistentes al evento y habló de la crisis en los medios de comunicación y fue crítico con la responsabilidad de los oyentes y mirantes a la hora de consumir lo que ofrecen los medios de comunicación y la falta de referentes o modelos a seguir. Además puso énfasis en la necesidad de generar albedrío y pensamiento crítico en las personas sea cual sea el lugar que ocupen en la sociedad. También dejó reflexiones para los futuros comunicadores y los instó a no creer en nada.

“Voy a estar en Rosario por un par de motivos, primero porque hace una determinada cantidad de años, más o menos por el 83 fundamos una escuela de locución un poco hartos, en ese momento, de la tendencia que aún continúa de la ciudad de Buenos Aires. En este sentido sentíamos que tenía que empezar a haber escuelas de locución en el interior del país porque no le encontrábamos demasiado goyete a que un riojano tenía que dejar de decir La Rioja (con su acento característico y rendir en el Iser diciendo La Rioja para luego volver a su provincia y decir La Rioja (con su acento riojano) y en cierto modo ir bombardeando los regionalismos,  que hoy en día lo tenemos de alguna manera superado”.

En este marco aclaró que “estábamos muy cansados de esa situación y armamos una escuela de locución. En ese momento hice todos los esfuerzos posibles para que fuese gratuita y pública y pasó a funcionar en el Iset 18. La vida después me llevó por otros lados, ir a vivir a Buenos Aires, estuve como veinte años trabajando ahí y después me fui a vivir a San Marcos Sierra”, desde donde transmite su envío El Desconcierto.

Con su clásico estilo mordaz agregó que “me han invitado para ir a charlar un poco con la gente de la escuela y después me comunicaron que el Concejo decidió distinguirme como periodista distinguido de la ciudad, con lo cual estaré dos días en Rosario recibiendo mimos. Estas cosas que te dan cuando ya estás grande que le llaman homenaje pre mortem”.

Sobre la charla que mantendrá con sus interlocutores, Pesoa explicó que Contenido y Continente “es la relación que vengo rescatando desde siempre que tengo que ir a un conversatorio, no soy un expositor, entonces voy y charlo, pero desde siempre vengo poniendo el acento entre el contenido y el continente, pongo como ejemplo un puchero. Podés tener el osobuco, el rabo, las papas, las zanahorias, las cebollas, pero si no tenés una olla no haces ningún puchero. Comparo la olla con todo el mecanismo que sirve como técnica para la comunicación. Dentro de esa olla, dentro de ese continente está la articulación, las pausas, la velocidad, toda la técnica de apertura de la boca para que se te entienda lo que digo, el uso del lenguaje como herramienta de enriquecimiento permanente que necesitás para encontrar la palabra exacta en el momento oportuno, la necesaria inclinación hacia la síntesis. Todo esto forma parte de la olla y normalmente tenemos más preocupación por los contenidos que por el propio continente. Aunque no nos está dando mucho resultado, porque hay un fracaso muy grande en los medios en cuanto a contenidos, entonces fracasamos en los contenidos y no tenemos en cuenta el continente. Y se produce un empobrecimiento muy grande en la comunicación, en este caso cuando se complica la cosa y tenés menos contenido y menos continente, menos aprendizaje de ambas cosas, menos producción, menos preocupación, menos curiosidad y por ende menos pasión porque el trabajo que hemos elegido. Hago hincapié en estas dos cosas en la relación que existe entre contenido y continente entre fondo y figura, diría un pintor, un pintor no pinta un paisaje sin fondo, sin elegir un fondo, no pinta en cualquier parte, está preocupado por la relación fondo figura. Creo que esto es demasiado demostrativo, queda demasiado claro como para no ser entendido. Y entonces hablo de las cuestiones que nos ocupan hoy en día, de la necesaria recuperación de la pasión por este laburo, de recuperar todo lo que tenga que ver con la percepción porque si no percibo no puedo contar nada.  Y si tengo que contar cosas que percibió otra persona, es decir una percepción por terceros, y nosotros somos los que tenemos que percibir para después retratar, para después contar, otra cosa que tiene que ver con ese continente y con la olla es ese sentido de la percepción que está cada vez más adormecido porque hay un aluvión informativo, un aluvión de redes sociales y hay demasiada información”.

Hoy en día estamos absolutamente convencidos de que es una mercancía y que se compra y se vende la información todo el tiempo

Respecto del trabajo de algunos comunicadores y de determinados medios de comunicación que están claramente direccionados por los sectores de poder, Pesoa consideró que “creo que lo primero que hay que hacer es analizar el concepto de periodista, me da la impresión que hay una especie de bola que abarca todas las cosas. No soy de aquellos que se paran demasiado a ver lo que pasa con los medios sino a ver lo que pasa con la gente en general y con la vida misma. Está todo involucrado por qué los medios no van a estar en crisis cuando estamos todos y toda la sociedad olvidada del famoso contrato social de Rousseau. Ya está como medio perdido, cada uno está en la suya, en el sálvese quien pueda, en la falta de solidaridad de ciertas cuestiones y tengo el convencimiento de que la información es una mercancía. Antes lo sospechábamos, pero estábamos tratando de no creer demasiado en esto. Hoy en día estamos absolutamente convencidos de que es una mercancía y que se compra y se vende la información todo el tiempo”,  y entonces se preguntó: “¿Cuál es la tarea del periodista? La pregunta va un poco más allá y me lo pregunto yo mismo. ¿Qué es el periodismo hoy en día? ¿En que se ha transformado? ¿Existió el periodismo alguna vez? Porque siempre estuvimos mezclando el periodismo con la supuesta objetividad y también estamos convencidos de que esa objetividad no existe. Cada uno cuenta la historia según lo que le pareció que era parte de esa realidad, más allá todavía la pregunta es ¿Existe una sola realidad observada por varios o hay tantas realidades como sujetos para observarla? Y ahí ya nos metemos en una cuestión un poco más filosófica que excede mi capacidad de pensamiento”.

En este sentido reflexionó: “Me da el cuero para pensar si existió el periodismo como tal, porque ni La Gaceta de Mariano Moreno tenía esa supuesta objetividad. Moreno era un revolucionario y ni en pedo iba a dejar hablar a alguien de derecha en su gaceta, o sea que ni pluralismo ni esas cosas que dicen por ahí, que de alguna manera nos llenan o les llena la boca algunas instituciones como Radio Nacional, la radio pública o la radio de todos, minga. Tanto Radio Nacional como Canal 7, como Télam fueron siempre asediadas por el gobierno de turno y esto lo sabe todo el mundo. Pero hay una especie de hipocresía generalizada, y entonces digo ¿Dónde está el periodismo? ¿Dónde está el periodista? ¿Cuál es el periodista que se involucra, que se juega? ¿Cuántos periodistas hay que no están preocupados por conservar su estatus?

Siempre estuvimos mezclando el periodismo con la supuesta objetividad y también estamos convencidos de que esa objetividad no existe

En respuesta a esas preguntas, el hombre de radio reflexionó: “Cuando escuchas a un tipo como el gordo Lanata o Víctor Hugo Morales, son tipos que ganan cien mil pesos por mes, una plata que ni siquiera imaginamos y ese tipo está de alguna manera cuidando su estatus quo. Entonces ¿cómo le creo?  Es más, yo a ellos no los culpo, cada cual que haga su negocio y como pueda. La culpa la tengo yo que les creo. Acá está el huevo de la serpiente y saquémosle la palabra culpa qué es un término judeocristiano y a mí las cosas dogmáticas no me interesan o me dejaron de interesar hace mucho».

En ese sentido, instó a hacer una mirada introspectiva, y aclaró: “Hablemos de responsabilidad. ¿Cuál es mi responsabilidad como consumidor de medios, de redes sociales? Mi responsabilidad es generar albedrío, pensamiento personal, pensamiento propio, pensamiento independiente como para poder emitir un juicio respecto de lo que estoy comprando y no comprarlo a ciegas. Entonces basta de echar la culpa a Macri o a Cristina o a quien sea, pensemos más en la responsabilidad propia, en lo personal qué hice o que dejé de hacer o qué no hice en su momento como para que la cosa esté así a esta altura. Ya no vale decir ‘yo no lo voté’ somos un cuerpo social o no lo somos. Y si no lo somos está bien decir no lo voté, pero pretendemos ser un cuerpo social y es ese cuerpo social el que votó este tipo de gobierno y este sistema que nos guía y nos hace renegar tanto. Entonces no digo ahora aguantársela, digo ahora a pensarnos y a pensar qué es lo que hice, qué es lo que no hice, qué es lo que abandoné y empecé a comprar los dogmatismos de un gordo Lanata o de un Víctor Hugo Morales, por utilizar unos ejemplos”.

Mi responsabilidad es generar albedrío, pensamiento personal, pensamiento propio, pensamiento independiente como para poder emitir un juicio respecto de lo que estoy comprando y no comprarlo a ciegas.

En tiempos de la postverdad, y de consumir la información procesada, Pesoa vuelve hacia atrás y se pregunta ¿Qué pasó con nuestro albedrío? Hablar de análisis de procesamiento nos indica que tenemos que tener sí o sí una educación que nos enseñe a pensar. Un ejemplo: mi hija Catalina, a los 18 años terminó la escuela secundaria, la seguí bastante de cerca, estudió las mismas cosas que estudie yo en el secundario hace 50 años. Algo paso en la educación, alguien no leyó algo, no es difícil deducir que la educación en nuestro país sigue estando en manos de la iglesia católica y que es la iglesia católica la que determina, a la altura de los siglos que estamos, y sin embargo son ellos los que determinan si habrá Educación Sexual Integral o no, que es una ley. Siguen siendo ellos disfrazados de medievales como están siempre los curas, los sacerdotes, los cardenales o el mismo Papa, que si lo miras un rato con un ojo avizor es un tipo disfrazado. Mirale su mitra,  su báculo, sus capas y sus capotes y sus casullas, es medieval y seguimos creyendo en eso y si hay alguien que quiere que nada cambie es la iglesia católica que está manejando la educación desde siempre en nuestro país”.

La vereda de enfrente es pensar y pensar es un trabajo y hay que buscar la forma y la manera. La zona de confort impide el pensamiento

Con este contexto, el locutor señaló que “algo hay que hacer con eso. Separar la iglesia del estado, yo no quiero reventar a la iglesia. El que quiera creer que crea, pero que no se involucré con la cosa pública, porque la cosa pública determina también que yo esté en San Marcos Sierra y que a dos kilómetros hay una pequeña escuelita en un Paraje que se llama El Rincón y en cada aula hay un crucifijo y es una escuela pública. ¿Cómo es esto?”, se preguntó. Y además agregó que “Hasta no hace mucho tiempo con el izamiento de la bandera a la mañana les hacían rezar el padrenuestro a los pibes. Que esperen un poco, si vos crees en eso me parece bien, fantástico, pero no me involucres a mí en eso y tiene tanto poder que claro que me involucra e involucran a mis hijos que los mando a la escuela pública. Entonces ahí arranca la cosa, no está en los medios, no está en las fake news, no está en la posverdad, todo eso existe y es cierto pero a mí más me preocupa que esa cosa que existe, me preocupo yo porque soy parte de la gente y me preocupo por tener un cierto albedrío de pensamiento independiente para emitir un juicio, para tener un pensamiento propio, para armar mi propia ideología. Porque es eso la ideología, es un conjunto de ideas y a esa palabra le tenemos miedo porque generalmente se la asocia con la izquierda y no necesariamente, porque volvemos al dogma. La ideología es un conjunto de ideas que rigen mi existencia y que soy yo el que va determinando que idea me conviene, que idea me gusta, que idea incorporo y encima no nos estamos escuchando. En las mesas de discusión estamos esperando que el otro termine alguna coma para meter nuestro dogma, porque preferimos quedarnos en una especie de zona de confort y esa zona de confort impide el crecimiento. Porque no dejo entrar nada no vaya a ser que tenga que cambiar no vaya a ser que el otro me dé un razonamiento que es superior a la estupidez que vengo pensando desde hace 20 años y voy a tener que cambiar eso y salir de mi zona de confort, ni mamado”.

Continuando con el mismo razonamiento, Quique remarcó que “lo otro es pensar, la vereda de enfrente es pensar y pensar es un trabajo y hay que buscar la forma y la manera. La zona de confort impide el pensamiento. Es como un músculo si vos dejas un brazo arriba de la mesa y no lo ves más se te va a anquilosar, es el efecto volitivo el que produce el movimiento, la sobrevida de ese músculo. La cultura es más o menos parecida a esto, hay que ir tironeando de la cultura todo el tiempo y trascendiendo un poco sus propios límites, entonces estamos en problemas porque no estamos pensando.  Y nos escapamos otra vez de los medios de comunicación, no son los medios de comunicación, los medios son un reflejo nuestro, los gobiernos son un reflejo nuestro, basta de culpas afuera, mejor analizar un poco la responsabilidad que nos compete como personas, como padre, como amigo, como hermano, como amante, lo que sea, como parte de esta existencia”.

Siempre se dijo que la llegada de las nuevas tecnologías marcarían el fin de la magia de la radio, pero Pesoa tiene una mirada diferente, y considera que “las nuevas tecnologías no son para nada enemigas de la radio, ni de la magia, ni nada. Es como cuando decían en una época que habían aparecido algunos aparatos electrónicos para hacer música, es la muerte de los bajistas y los bateristas, no, ningún baterista murió ningún bajista desapareció sólo se incorporaron tecnologías y se mejoró la cosa. Al menos tenés las herramientas para mejorarlas pero después no depende de la tecnología, depende de tus elecciones y volvemos a lo mismo. Depende de lo que quieras y de lo que digas. Pero insisto, los medios de comunicación son un reflejo nuestro y no van por un carril de otro tenor están metidos dentro del problema que tenemos en nuestra vida cotidiana, en nuestra sociedad, no es algo aparte”.

Para ejemplificar contó una anécdota con su colega, Bigote Acosta, que dijo durante una charla: “Por qué nos piden a nosotros, los periodistas una transparencia y una honestidad que nadie tiene” y me quedé pensando en esto que es cierto, como si nosotros debiéramos ser modelos de comportamiento, somos seres humanos iguales y tenemos las mismas miserias que cualquiera. Y no es así, lo que es y debe ser, es la formación ideológica de cada uno de nosotros que estamos del otro lado mientras escuchamos radio, mientras miramos la pantalla del televisor, de nuestro celular o lo que fuera, nosotros somos los que tenemos que guiar estas elecciones de verdad”.

Quique Pesoa, con su amplia trayectoria es un referente, un modelo a seguir, un ejemplo para muchos trabajadores de los medios de comunicación, sin embargo “hoy no veo referentes ni modelos a seguir, hago esfuerzos ingentes para que al menos lo que yo haga tenga algún viso de ser genuino, de nacer desde algún lugar genuino, pero yo no lo veo y esto es lo que con el tiempo me llevó a abandonar los medios de comunicación, no como actor sino como oyente o como mirante. La verdad es que no lo encuentro pero me vuelvo a escapar de los medios de comunicación, no existen modelos, no hay modelos, no importa si es para parecerme a, o para atender a esa personalidad pero no hay modelos, hay una pobreza muy grande de modelos entonces quizás sea eso que te lleva vos aseverar que yo soy modelo de algunos otros comunicadores”, analizó.

Siguiendo su tono jocoso aseguró: “Cómo será la pobreza que yo soy modelo, digo no habría que pensar, pensarnos también, en que si no hay modelos ¿qué hacemos? Y otra vez vuelvo a pensar en mí y digo ¿Cómo me la rebusco para armar mi propia ideología? ¿Cómo hago? No tengo recetas, pero al menos alcanzo a la crítica y la crítica viene de crisis y Einstein dijo que las mejores ideas salen de un período de crisis”.

Finalmente, y teniendo en cuenta la charla que dará frente a estudiantes de carreras de comunicación, ensayó un mensaje para los futuros comunicadores en el cual los aconseja que “en estos tiempos que corren les aconsejaría que no crean en nada, es un consejo medio de mierda, porque corres el riesgo de transformar a una persona en un cínico. En el período en el que estamos yo les diría que no crean en nadie, ni siquiera en lo que yo les estoy aconsejando en este momento, que pongan todo en tela de juicio, que estamos en un proceso y en un período dónde lo que se necesita es el análisis, no creer a pie juntillas lo que te están diciendo y no comprar todos los sapos. Cómo vienen los tiempos, no creer en nadie, no creer en nada, casi te diría que en este proceso no es un consejo piola, para otras temporadas para otras épocas y situaciones, pero para esta en la que necesitamos que se genere albedrío, pensamiento independiente, no crean en nada ni en lo que yo les estoy diciendo”.

En cuanto a su relación con Rosario, contó que “paso de vez en cuando, tengo, más que amigos hermanos. Me fui mal de Rosario en el año 85, me fui peleado con el viejo Gollán, no sé cómo estará ahora la ciudad, pero siempre tuvo una estructura medio mafiosa donde si vos te peleabas con algún dueño de medios los otros no te daban laburo para no enemistarse con el primero y entonces me fui quedando sin trabajo, porque siempre fui medio discutidor. Era el loquito y después con los años aprendí que esa especie de locura que los demás veían era nada más y nada menos que la intención de mantener cierta independencia, mantener cierta libertad, lo que a uno le parecía que debía existir para ejercer este trabajo. Estuve después 20 años más o menos viviendo en Buenos Aires, me fue muy bien, crecí profesionalmente y crecí personalmente con la profesión”.

“Entendí otras cosas de esta profesión y si hoy estoy hablando como hablo es también por ese cambio. Rosario te pone un techo medio bajito y enseguida tropezás con él y te conformás con el auto, el departamento en el centro y la casita en Funes que está bárbaro desde lo material.  Pero a mí no me interesaba tanto lo material, sino me interesaba la posibilidad de crecer un poco con el melón, de tener algunos conceptos propios, de desarrollar este albedrío del que siempre hablo, que no sé si está del todo desarrollado, pero al menos lo intenté y lo sigo intentando. De eso se trata, la muerte te sorprende tratando de crecer un poco más, en algunos casos, por eso yo nunca ando pregonando la cantidad de años de trabajo como si fuese algo maravilloso, ojo conmigo que hace más de 48 años que estoy en esto. No sirve para nada porque pudiste haber pasado 48 años al pedo sin mirar nada, sin sentir nada, sin crecer y nada más que ganándote un mango en este laburo. O sea que esto de los años le desconfío”, concluyó.

Quique Pesoa estará este jueves a las 10 de la mañana en el Instituto Superior de Enseñanza Técnica Nº 18 donde brindará la charla Contenido y Continente.

El viernes el Concejo Municipal lo declarará Periodista Distinguido de la ciudad de Rosario por su trayectoria vinculada a los medios de comunicación, al periodismo radial y televisivo y a la difusión de la cultura en general.