Por Gisela Gentile

Salido de una película de terror es el proyecto de ley 6758\D-16 que tiene como autor al diputado nacional Alejandro  Echegaray. En la misma se regula todo tipo de experimentación con animales con prácticas realmente impensadas para esta época.

Lamentablemente son muchos los productos de limpieza, cosméticos, pinturas, industria farmacéutica, higiene personal, entre otros, que realizan testeos en animales. En Europa, debido al fuerte rechazo que provocan estas terroríficas prácticas se le colocan altas multas a las empresas que las realizan. Pero como con otras tantas situaciones, Argentina va en contramano, ya que aquí no sólo no se multará sino que podría haber una ley que la ampare.

Por esto se llevó a cabo hoy una movilización en Buenos Aires frente al Congreso, y el día sábado se replicará en nuestra ciudad en San Martin y Córdoba a las 11.

Para conocer en profundidad de que se trata experimentar con animales, Conclusión dialogó con Debora Ayache, escritora y activista por los derechos del animal.

Este proyecto cuenta con media sanción en diputados y próximamente se tratará en comisiones del senado. “La tortura no se puede regular, se debe prohibir, ya que dicha experimentación implica tortura y muerte de animales. Esto se lleva a cabo con todo tipo de vertebrados como caballos, vacas, cerdos, conejos, ratones, perros, gatos, entre otros. En donde son expuestos a dolorosísimos procedimientos como lo indica dicha ley”.

“Uno de los procedimientos es la vivisección, donde se le hacen cortes a los animales estando vivos para ver cómo reaccionan a tal o cual producto. También están los test Draize que consisten en inyectar tóxicos a las pupilas de los conejos, por ser muy parecida su reacción a la nuestra y porque no parpadean. Para llevarlo a cabo se les aplica todo tipo de sustancias tóxicas emanadas de shampo, cremas, gel, máscara de pestañas, para ver en qué fase del procedimiento el animal pierde la visión. En muchos casos las cegueras son tan dolorosas que se quiebran las columnas vertebrales por golpearse con el cepo donde están encerrados”, enfatizó la activista.

“A los perros de raza Beagles se les hace respirar los tóxicos emanados de los detergentes y el humo del tabaco para ver en qué momento y lugar desarrollan cáncer. Después de esto sino mueren en el experimento los sacrifican porque no les sirven más”, relató.

Esto resulta inadmisible ya que existen otros métodos para llevar a cabo las experimentaciones sin exponer a los animales a semejante maltrato. “Esto no es un capricho ya que de la misma ciencia surgen métodos superadores a estos que provienen del siglo XIX. Los de esta época refieren al cultivo de células madres, In Vitro, el trabajo con Software, programadores matemáticos, que hacen que no se requiera el uso de animales”.

En 2013 varios países de Europa procedieron a prohibir los productos que realizan testeos en animales y se juntaron muchas firmas para que ello suceda. Muchas compañías se adaptaron y otras no, lamentablemente llevan cabo estos experimentos sin que sean necesarios”.

El testeo en animales conduce también a falsos positivos, “miles de personas mueren al año por medicamentos testeados en seres vivos, es decir que el mecanismo experimentado por los mismos no es igual a las reacciones humanas. Puede ser similar pero no igual, en ningún aspecto ya sea moral, ético, científico es conveniente que se lleven a cabo estas prácticas”.

“Estamos trabajando para que esta ley se revierta en senadores, por eso hoy se realizará una importante marcha al congreso. La anterior fue el 9 de febrero  y nos acompañó Nacha Guevara que apoya la causa. Esperamos que sea masiva como la que llevaremos a cabo en Rosario el sábado, no hace falta que sean proteccionista para ir ya que esto es un tema que nos compete a todos”, concluyó la activista.